Este lunes 7 de junio, la multinacional alemana Bosch abrió una nueva planta de fabricación de chips de última generación en Dresde.
La apertura de esta fábrica inteligente se produce gracias a que la compañía de ingeniería alemana realizó la máxima inversión individual de su historia: aproximadamente mil millones de euros.
Y se estima que alrededor de 700 personas trabajen en ella una vez que esté terminada.
“Con nuestra primera fábrica de Inteligencia Artificial e Internet de las cosas, estamos estableciendo nuevos estándares en la producción de chips”, señaló el Director Ejecutivo de Bosch, Volkmar Denner.
La ceremonia de inauguración virtual contó con la presencia de la canciller de Alemania, Angela Merkel; la vicepresidenta de la Comisión de la Unión Europea, Margrethe Vestager, y el ministro-presidente de Sajonia, Michael Kretschmer.
“La nueva fábrica de chips de Bosch aumentará nuestra capacidad en microelectrónica”, declaró Merkel.
Mientras que la comisaria de la UE destacó: “Los semiconductores ayudarán a fortalecer la competitividad de Europa como cuna de innovaciones de vanguardia”.

La fábrica está equipada, basada en datos y optimizada para su automatización, por lo que es una de las fábricas de chips más modernas del mundo.
En un comunicado, la compañía alemana detalló que posee máquinas altamente automatizadas, cuyos procesos están integrados con métodos de Inteligencia Artificial (IA), lo que la hará una fábrica inteligente y pionera en la Industria 4.0.
La Inteligencia Artificial creará una base sólida para la mejora continua de la producción basada en datos, así como para los despliegues de producción rápidos.
Los primeros chips para herramientas eléctricas de Bosch saldrán de la línea de producción en julio, con una antelación de seis meses a lo previsto.