Apple se une a las empresas comprometidas con Biden para garantizar el desarrollo de una IA segura

Apple se ha unido a un grupo de compañías líderes en Inteligencia Artificial que han decidido, de manera voluntaria, colaborar con el gobierno de Estados Unidos para asegurar un desarrollo seguro de la IA.

Apple se ha unido recientemente a un grupo de compañías líderes en el desarrollo de soluciones basadas en Inteligencia Artificial (IA) que, de forma voluntaria, se han comprometido con el gobierno de Estados Unidos a garantizar un desarrollo seguro de los sistemas de IA, sin comprometer los derechos y la privacidad de los ciudadanos.

La administración de Joe Biden anunció la inclusión de Apple, asegurando que la empresa ha acordado someter sus sistemas de IA a pruebas de seguridad para detectar vulnerabilidades, identificar sesgos o riesgos sociales, incluir marcas de agua en el contenido generado y compartir información con el gobierno y otras empresas.

Estos compromisos, basados en principios de seguridad, protección y confianza, fueron firmados previamente por otras empresas como Amazon, Anthropic, Google, Inflection, Meta, Microsoft y OpenAI.

El compromiso del gigante tecnológico se produce poco después de que hiciera el lanzamiento de Apple Intelligence, una serie de funciones impulsadas por IA que se integrarán en el sistema operativo de sus principales dispositivos, como el iPhone. Apple también ha formado una alianza con OpenAI para incorporar ChatGPT en su asistente de voz Siri.

Aunque la administración de Joe Biden firmó en octubre de 2023 una amplia orden ejecutiva relacionada con la seguridad de la IA, estos compromisos son voluntarios, lo que significa que las compañías no están estrictamente obligadas a cumplir con ellos, dejando como única garantía confiar en la palabra de estas empresas.

Dado el enfoque autorregulatorio, no está claro qué autoridad revisará el cumplimiento de estos compromisos, que expirarán una vez que el Congreso estadounidense apruebe leyes para regular la IA.

Sin embargo, la aprobación de una legislación sobre el uso de esta tecnología ha quedado en suspenso hasta las próximas elecciones presidenciales en noviembre, que definirán los próximos pasos de EE. UU. en la carrera por liderar el avance de la Inteligencia Artificial.

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