Reforma Jorge F. Negrete P.
El cerebro digital, cerca de usted. Así es. Las redes de telecomunicaciones, parques industriales, el retail, la banca, las aduanas, carreteras, puertos, aeropuertos, fábricas, industria del automóvil, escuelas, distritos financieros, ciudades conectadas, hospitales, museos, zonas arqueológicas, universidades y centros de investigación se verán afectadas por 5G y Edge Computing.
Estas tecnologías son una nueva materia para la política pública y el desarrollo de negocios, particularmente por su poderosa capacidad de gestionar masivas cantidades de datos cerca del origen de los mismos, ofrecer seguridad informática y protección de datos personales.
El cerebro digital de proximidad es el cómputo más eficiente para una sociedad digital, usted, su negocio y la actividad del Estado; se llama Edge Computing o Cómputo al Borde.
Dentro de la nueva infraestructura digital 5G, se trata de volver eficiente la red para ofrecer un servicio al usuario y ciudadano más rápido, estable y robusto. La palabra técnica es latencia, pero la percepción es velocidad y oportunidad. Se trata de gestionar las nuevas industrias digitales y sus procesos, pero también las cadenas productivas y de servicios privados y públicos.
Esta tecnología va a liberar nuevos servicios tan robustos y complejos como la Inteligencia Artificial, el Internet de las Cosas y la Realidad Aumentada. En vez de enviar la información al Cloud, la Nube, se trata de acercar una Nube al ciudadano, al usuario. Por lo tanto, la Nube se acerca en una constelación de Nubes pequeñas. El Edge Computing procesa los datos en la periferia de la red, lo más cerca posible de la fuente de origen de recolección.
Los datos son el aspecto estratégico en cualquier proceso industrial, proporcionan información vital sobre la actividad económica y permiten el control a tiempo real de los procesos. La creciente cantidad de información generada en el borde está impulsando la búsqueda de formas de controlar y administrar datos no estructurados y hacer que los mismos estén disponibles en toda la organización para operaciones públicas, comerciales y estratégicas.
Además, allana el camino a muchos otros casos como máquinas automáticas, robots, fábricas, Realidad Aumentada y Virtual con una flexibilidad sin precedente. Hablamos de la gestión de datos de distritos financieros o bancarios, de corredores industriales, como el Bajío de México, donde se encuentran las nuevas cadenas productivas del T-MEC y que serán afectadas por el comercio digital. Parques industriales, fábricas de automóviles, aduanas, puertos y campus universitarios.
La gestión de datos derivados del Internet de las Cosas y la Inteligencia Artificial en estas actividades gestionadas por Edge Computing será tan grande que una planta con 2,000 equipos puede generar 2,200 terabytes de datos al mes. Será más rápido y rentable gestionar esa masiva cantidad de datos cerca de los centros generadores de información que transmitirlos a un centro de datos remoto.
Un estudio de McKinsey señaló que “una plataforma petrolera en alta mar genera datos de 30,000 sensores, pero menos de 1 por ciento de esos datos se utiliza para tomar decisiones”.
De acuerdo con IDC, “para 2024 se espera que 50% de la infraestructura digital mundial esté en el borde” y, para finales de ese año, “habrá 39 millones de dispositivos IoT conectados al Edge”. Gartner prevé que para 2025 “el 75% de los datos se procesará fuera del centro de datos o Cloud” y la tasa de crecimiento para América Latina en 2024 sea de 16% u 8,573 millones de dólares.
Por último, para efectos de regulación en materia de privacidad, al procesar datos en el borde, es factible incrementar la privacidad al disminuir el transporte de información sensible, pública, de seguridad nacional y datos personales a una Nube, fuera del País.
Una nueva frontera, nueva política para la gestión de datos privados y públicos.
Ya no soñamos con la Nube, sino con una constelación de ellas.
Presidente de Digital Policy & Law
Twitter @fernegretep