5 claves para mejorar la supervisión de adolescentes y el uso de redes sociales

¿Cómo equilibrar la supervisión parental en línea para resguardar la seguridad de los y las adolescentes cuando se conectan a las redes sociales y su derecho a la privacidad en Internet? Un nuevo estudio de Meta, TTC Labs y Smart Design destaca algunas herramientas y principios para que los diseñadores digitales ayuden a padres, tutores y a adolescentes a abordar este desafío.

La investigación muestra que entre los adolescentes de 13 a 17 años existen diferentes actitudes hacia las redes sociales y la tecnología: algunos son más atrevidos e intrépidos, pues sienten suficiente confianza para manejar cualquier riesgo en línea sin apoyo de adultos.

Otros, en cambio, carecen de conciencia y tienen limitada experiencia en espacios digitales. Algunos están muy preocupados acerca de las desventajas de navegar en línea, mientras que otros más ignoran que existen peligros.

Por parte de padres, madres y tutores, también hay un abanico de actitudes: algunos confían en el juicio de los adolescentes para alejarse de las experiencias negativas y mantienen un diálogo abierto con ellos; otros consideran importante darles espacio y confianza.

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Sin embargo, otros se encuentran preocupados y carecen de conocimiento para manejar situaciones adversas; mientras que algunos más ni siquiera tienen en mente que deben vigilar lo que hacen los adolescentes en Internet

Ante este escenario tan diverso, el informe brinda elementos para mejorar la supervisión en línea de forma conjunta entre padres, tutores, adolescentes, empresas de Internet, gobierno y academia:

  1. Reconocer que los adolescentes crecen y se apropian de su experiencia digital

El estudio resalta la importancia de reconocer que los adolescentes crecen y maduran. A medida que lo hacen, cambian sus interacciones digitales y, por lo tanto, sus necesidades, habilidades, circunstancias sociales y el nivel de apoyo que requieren. Esto quiere decir que van ganando independencia y confianza para manejar situaciones por su cuenta.

“La educación sobre privacidad digital de los adolescentes es un viaje”, indica el reporte. Constantemente, aprenden nuevas cosas, herramientas y ganan autonomía, por lo que buscan mayor libertad y confianza por parte de sus padres y tutores. El diálogo, el aprendizaje, el monitoreo y establecer reglas son las tácticas de supervisión que se entablan entre los adolescentes y los adultos, y dependen de la relación existente entre ambos.

  1. Ayudar a los adolescentes a establecer sus propios límites

El estudio advierte que los límites que se establecen los adolescentes a sí mismos pueden ser más efectivos que los determinados por padres o tutores, ya que los empoderan y les hacen sentir más productivos. Pero para que se establezcan esas fronteras, es necesario motivar la educación en línea, promover el aprendizaje sobre derechos digitales y el respeto por uno mismo y los demás.

Al mismo tiempo, los adolescentes buscan herramientas digitales que les permitan encontrar soluciones a los riesgos en línea, desde la pérdida de tiempo y la visualización de contenido poco atractivo hasta los mensajes dañinos. En ese sentido, también es importante facilitar dichos mecanismos y el acceso a información confiable acerca de cómo proteger su privacidad.

  1. Garantizar una exploración positiva

Aunque no deben negarse los riesgos en línea, la supervisión en línea no debe dejar de lado que “las redes sociales brindan a los adolescentes oportunidades para expresarse”, explorar su identidad y explorar nuevas facetas de sí mismos, incluso a pesar de que en el mundo físico sientan temor a ser aceptados. 

La investigación destaca que se debe fomentar una exploración positiva de los espacios digitales, en lugar de implementar métodos invasivos como leer sus mensajes o entrar a sus cuentas. Cuando se sienten sofocados, los adolescentes tienden a encontrar formas de eludir la vigilancia y esto puede dejarlos más vulnerables.

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  1. Mejorar la comunicación entre adolescentes y tutores

La comunicación abierta entre adolescentes y sus padres o tutores tiene que ser la meta para generar entornos digitales más seguros. El informe expone que el diálogo es más efectivo que establecer reglas o estrategias de monitoreo estricto, porque así los adolescentes acudirán a los adultos cuando surjan problemas.

En lugar de limitar o prohibir el acceso a la tecnología, los adultos deben asumir un enfoque de tutoría digital en que ellos mismos aprendan acerca de las redes sociales y puedan transmitir ese conocimiento a los adolescentes y tener conversaciones más productivas.

  1. Desmitificar las redes sociales

Otro punto importante que muestra el análisis es que hoy en día los adolescentes cuentan con más conocimiento sobre las redes sociales e Internet que sus tutores, lo cual implica que interactúan en línea de manera que a veces los tutores no comprenden mientras los adultos luchan por mantenerse al día, sobre todo quienes tienen una menor alfabetización digital.

Hay una brecha de conocimiento entre ambas partes, lo cual dificulta que pueda haber empatía acerca de la experiencia digital. La investigación explica que es necesario desmitificar las redes sociales y promover el acceso a recursos educativos para los padres y tutores, con el fin de acortar esas barreras.

Cada una de estas claves buscan brindar pistas para mejorar el diseño de las experiencias digitales para los adolescentes, quienes utilizan Internet y las redes sociales activamente para interactuar y relacionarse con otras personas.

Si bien se trata de lineamientos generales, el estudio puntualiza que se debe tomar en cuenta que los adolescentes y sus tutores tienen necesidades diferenciadas, por lo que los marcos de apoyo deben ser flexibles y adaptables a las circunstancias, contextos y la realidad social en cada país.

En la supervisión en línea de lo que hacen los adolescentes, los padres y tutores deben mantenerse involucrados, pero también las empresas tecnológicas como Meta juegan un papel fundamental en la creación de herramientas y mecanismos para proteger la seguridad.