Reforma – Jorge Fernando Negrete P.
Malos momentos. El Presidente Trump comienza mal su gobierno con la industria digital, no genera empatía. Prohíbe la consolidación de AT&T con Warner. Quiere carros, campo, acero y cemento para su país. Mala cara hacia Silicon Valley.
Acuerdo de comercio con China. Mientras negocia, el Presidente Trump se da cuenta que el problema con la economía no es el déficit en la balanza comercial con China, será el dominio de las cadenas de valor derivado de la tecnología más disruptiva en la historia de la civilización: 5G.
Corrige y emite una política de retorno de capitales que genera tan solo en Apple, un regreso de 350 mil millones de dólares a EUA, y a Cisco más de 80 mil mdd. La economía digital se calienta por la liquidez de esta poderosa economía.
La partida comienza. Trump regresa a la mesa de negociación con China, y antes de empezar la guerra, toma prisionero: la hija del presidente de Huawei. La FCC lanza al mercado G-Fast, casi 5 gigaherzios de espectro 5G, es decir, la liberación de espectro radioeléctrico más importante en la historia de Occidente; la primera en Oriente fue un par de años antes en China.
Trump manda una serie de tuits donde urge liderar la carrera 5G en Estados Unidos. Las grandes empresas como AT&T y Verizon anuncian despliegues inmediatos 5G. En un mismo día, Corea y EUA, vía Verizon, anuncian el primer lanzamiento 5G del mundo. El presidente de la FCC, Ajit Pai, anuncia su apoyo a la fusión de Sprint con T-mobile, lo que consolida 3 grupos telecom en EUA.
Finalmente, Trump firmó un decreto para prohibir la venta, compra o uso de cualquier tecnología de telecomunicaciones elaborada por empresas que son “un riesgo para la seguridad nacional”, entre ellas Huawei. Dicha orden evoca la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional, que permite emitir regulación en caso de “emergencia nacional”.
Efectos en la bolsa. Intel cayó 2 por ciento; Qualcomm, 4.8 por ciento; Lumentum Holdings, 3.7 por ciento; Broadcom 4.4 por ciento. Las acciones de Apple caen más de 3 por ciento y Alphabet-Google, pierde 2.4 por ciento. Ganan las empresas de infraestructura: Nokia sube 2.6 por ciento y el lunes sube otro 1.08 por ciento. Ericsson repunta 1.65 por ciento y el lunes 1.72 por ciento. Por último, Samsung se dispara 3 por ciento. A explicación no pedida, el CEO de Nokia, Rajeev Suri, admite que “llegamos unas semanas tarde en el 5G, tal vez incluso un par de meses”.
Europa. Tiene poco más del 40 por ciento de su plataforma 5G basada en tecnología de Huawei. La cancelación de las cadenas de suministro implica un retraso de al menos 2 años, por eso la respuesta inmediata. El comisionado de Seguridad Europea, Julian King, afirmó que los países europeos no seguirán las órdenes de Estados Unidos y el presidente Macron afirmó que “Europa no bloqueará a Huawei”.
América Latina. El Presidente Piñera de Chile visitó China y a Huawei para la instalación de un cable submarino de China a Chile. La Ministra TIC de Colombia, Silvia Constaín, asistirá a China, mientras el Presidente Duque regresa de EUA construyendo dos polos de acceso a tecnología de punta para el desarrollo. México tiene involucrada tecnología de Huawei en la Red Compartida, para conectar a los pobres del sur de México.
Consecuencias. Si continúan las sanciones ¿Consolidará su liderazgo EUA en 5G? Sí, en occidente. ¿Generará retraso 5G en países aliados a EUA? Sí. ¿Habrá ruptura de cadenas productivas y suministro? Sí. Habrá un ambiente de desconfianza entre empresas, colegas y aliados, falta de colaboración e innovación. ¿Hay guerra digital? No, provocaciones y chispas escénicamente fascinantes. ¿Hay que defender a Huawei? No, hay que defender el derecho fundamental de acceso a las TIC, servicios telecom y al internet desde cualquier tecnología, de conectar a los pobres, al derecho de la competencia, a la interoperabilidad. Quiero a Samsung, Apple, Huawei, Ericsson, Nokia, Cisco, Intel, Qualcomm, a todos, innovando, pagando licencias, coinvirtiendo, integrados.
La guerra digital no busca territorios ni personas, busca la conquista económica, las cadenas de valor y el dominio global de la sociedad. Esta es la primera controversia global, ¿el invitado? La tecnología.
Presidente de Digital Policy & Law
@fernegretep
