Usuarios estadounidenses de WeChat demandaron al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en un intento por bloquear la orden ejecutiva que pretende prohibir efectivamente el acceso en Estados Unidos de la aplicación de mensajería instantánea de origen chino.
De acuerdo con la denuncia presentada el viernes en San Francisco por la organización sin fines de lucro, WeChat Users Alliance de Estados Unidos, los demandantes señalan que dependen de la aplicación para trabajar, acceder a su culto y mantenerse en contacto con familiares residentes en China. Ellos aseguran que no están afiliados a WeChat ni a su empresa matriz, Tencent Holdings.
En la demanda solicitaron a un juez federal que detenga la ejecución de la orden de Trump, alegando que viola la libertad de expresión, el libre ejercicio de la religión y otros derechos constitucionales.
“Creemos que existe un interés de la Primera Enmienda en brindar acceso continuo a esa aplicación y su funcionalidad a la comunidad chino-estadounidense”, señaló el sábado Michael Bien, uno de los abogados de los demandantes.
El pasado 6 de agosto, Trump ordenó amplias prohibiciones para WeChat y TikTok, apuntando a que ambas aplicaciones son una amenaza para la seguridad nacional y la política exterior y la economía de Estados Unidos.
Se espera que las órdenes ejecutivas gemelas, una para cada aplicación, entren en vigencia el 20 de septiembre ó 45 días después de su emisión.
De acuerdo con una investigación de Sensor Tower, se estima que WeChat tiene alrededor de 19 millones de descargas en Estados Unidos. Pese a que es menos conocida que TikTok, es una infraestructura crucial para que los estudiantes y residentes chinos en Estados Unidos se conecten con amigos y familiares, además de tener importancia para que cualquier persona haga negocios en China.
Dentro de China, WeChat está censurado y se espera que cumpla con las restricciones de contenido establecidas por la autoridades. Asimismo, el grupo Internet Citizen Lab, en Toronto, señaló que WeChat monitorea archivos e imágenes compartidas en el extranjero para ayudar a su censura.