Tecnología médica protege datos de los pacientes en investigaciones de IA
Actualmente, existe un gran entusiasmo sobre la intersección de la Inteligencia Artificial (IA) y la atención médica. La IA ya se ha utilizado para mejorar el tratamiento y la detección de enfermedades, descubrir nuevos fármacos, identificar vínculos entre genes y enfermedades y otras aplicaciones.
Al analizar grandes conjuntos de datos y encontrar patrones, casi cualquier algoritmo nuevo tiene el potencial de ayudar a los pacientes: los investigadores de IA sólo necesitan acceso a los datos correctos para entrenar y probarlos.
Es comprensible que los hospitales se muestren reacios a compartir información confidencial de los pacientes con los equipos de investigación. Y, cuando comparten datos, es difícil verificar que los investigadores sólo estén usando los necesarios y los eliminen al terminar.
Secure AI Labs (SAIL) aborda estos problemas con una tecnología que permite que los algoritmos de Inteligencia Artificial se ejecuten en conjuntos de datos cifrados que nunca abandonan el sistema que es propietario de la información.
Las organizaciones de atención médica pueden controlar cómo se utilizan sus conjuntos de datos, mientras que los investigadores pueden proteger la confidencialidad de sus modelos y consultas de búsqueda. Ninguna de las partes necesita ver los datos o el modelo para colaborar.
La plataforma de SAIL también puede combinar datos de múltiples fuentes para crear información valiosa que impulse algoritmos más efectivos. SAIL ya se ha asociado con hospitales y empresas de ciencias biológicas para desbloquear datos anónimos para los investigadores.
“Nuestro objetivo es ayudar a los pacientes y a los científicos del Aprendizaje Automático y crear nuevas terapias”, aseguró el cofundador de SAIL y profesor del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), Manolis Kellis, quien cofundó el laboratorio junto con la alumna y Directora Ejecutiva, Anne Kim.
Durante varios años, Kellis había establecido asociaciones con hospitales y consorcios en una variedad de enfermedades, como cánceres, cardiopatías, esquizofrenia y obesidad.
En 2017, Kellis y Kim decidieron comercializar la tecnología que estaban desarrollando para permitir que los algoritmos de Inteligencia Artificial se ejecutaran en datos cifrados.
En el verano de 2018, Kim participó en la incubadora del Centro Martin Trust para el Emprendimiento en el MIT. Y los fundadores también recibieron apoyo de otros fondos y programas de mentorías e hicieron varias conexiones tempranas a través de su red en el Instituto.
Para el próximo año, SAIL espera trabajar con cerca de la mitad de los 50 principales centros médicos académicos de Estados Unidos.