El 68% de las startups y scaleups mexicanas proyecta que la sostenibilidad será un pilar estratégico y transversal de su negocio en los próximos años, revela un estudio de Endeavor y la Corporación Financiera Internacional (IFC, por sus siglas en inglés).
De acuerdo con el estudio Sostenibilidad: motor de eficiencia y creación de valor, elaborado por el organismo del Grupo Banco Mundial y la Unidad de Datos de Endeavor México, el país se ha consolidado como un hub estratégico de innovación sostenible debido a dos factores clave: el marco regulatorio y un creciente interés del mercado, que colocan al país en un “punto de inflexión para liderar la innovación y la inversión responsable en la región”.
Beneficios de las prácticas sostenibles
Las empresas mexicanas emergentes y de alto crecimiento señalaron que la sostenibilidad ya forma parte de su estrategia de negocio y les devuelve beneficios tangibles.
El principal es el ahorro en costos operativos, el cual fue reportado por la mitad (50%) de las empresas consultadas en la Encuesta sobre Sostenibilidad Empresarial 2025 de la Endeavor Data Unit. Le sigue una mejora en la percepción de marca, con una prevalencia ligeramente menor (41%), mientras que la atracción de talento completa el podio, con 27% que lo considera más relevante.
“La sostenibilidad pronto dejará de ser un diferencial para convertirse en un nuevo estándar. Las scaleups que lo ponen en el centro de su estrategia no sólo son más eficientes; también atraen talento y se conectan con cadenas de valor globales”, declaró Vincent Speranza, director General de Endeavor México.
Respecto a la cuestión financiera, 31% declaró de relevancia media el acceso a nuevos mercados y la mitad (50%) el acceso a financiamiento.
En el segmento inferior de los beneficios reportados, 43% de los encuestados consideró como menos relevante el cumplimiento regulatorio y más de la mitad (57%) una mejora en las relaciones con stakeholders.
Financiamiento: bonos temáticos vs. capital de riesgo
El financiamiento sostenible ha madurado a la par del ecosistema de innovación y, específicamente, los bonos temáticos han ganado relevancia en el último lustro frente al capital de riesgo.
Según el reporte, entre 2020 y 2025 se emitieron 32,645 millones de dólares en bonos temáticos, los cuales superaron ampliamente a los 158 mdd de venture capital invertidos en startups y scaleups sostenibles. Así, los bonos y préstamos temáticos se consolidan como una herramienta estratégica para escalar empresas con tracción comercial e impacto positivo claro.
No obstante, documenta que, con sólo un 18% que lo ha emitido o desplegado bonos temáticos y préstamos verdes, el capital de impacto enfrenta una baja adopción, por lo que tiene un alto potencial de crecimiento.
En cuanto a los principales obstáculos de su adopción, destacan la falta de conocimiento: el 25% declaró no conocerlo y el 4% respondió que sí, pero no tenía interés.
La paradoja de la medición del impacto ambiental
En cuanto a la evaluación de métricas sostenibles, 75% de las empresas informó que ya monitorea su impacto ambiental, pero sólo 57% lo hace con herramientas o metas claras, por lo que hay una brecha de claridad cercana al 20%.
Ante ese escenario, la tecnología representa una gran oportunidad, ya que las plataformas digitales permiten simplificar e incluso automatizar metodologías complejas, como el GHG Protocol, lo que facilita que cualquier startup, sin importar su tamaño y etapa, mida su huella y defina metas.