Sony, uno de los competidores más destacados en el segmento de las cámaras fotográficas y de video, ha atravesado momentos complicados en los últimos tiempos para fabricar sensores de imagen a pedido, a pesar de que opera sus plantas a máxima capacidad 24/7.
Es un hecho que el negocio de smartphones es tan saturado y cambiante que resulta complicado integrar diferenciadores en los nuevos modelos. Al respecto, sus cámaras se han convertido en una de las característica clave en la toma de decisión de los clientes.
De acuerdo con reportes otorgados por Sony, la compañía cuenta con un share de mercado de sensores de imagen de un 51 por ciento, y que apunta a una participación de un 60 por ciento para el año fiscal 2025.
Para atender la demanda de cámaras, Sony “está duplicando su gasto de capital en el negocio a 280 mil millones de yenes (2.6 mil millones de dólares) durante este año fiscal y también está construyendo una nueva planta en Nagasaki que entrará en funcionamiento en abril de 2021”, señaló Terushi Shimizu, jefe de la unidad de Semiconductores de Sony .
Los ingresos de la compañía nipona serán enfocados para aumentar la capacidad de producción mensual de sensores de imagen a 138 mil dispositivos, casi 30 mil más que los 109 mil que se producen actualmente.
Bloomberg reporta que Samsung se posiciona como el mayor rival de Sony en la producción de sensores. La compañía surcoreana también está impulsando la producción para satisfacer la demanda, que espera que se mantenga fuerte “durante bastante tiempo”.