Soberanía tecnológica y cooperación, claves del acuerdo digital UE–CELAC 2025

La Cumbre entre la Unión Europea y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (UE-CELAC), celebrada el 9 de noviembre, en Santa Marta, Colombia, marcó un punto de inflexión en las relaciones birregionales. Aunque estuvo marcada por la inasistencia de varios mandatarios, fue un espacio donde se consolidó la transformación digital como uno de los ejes centrales de cooperación entre Europa y América Latina y el Caribe (CELAC). 

La declaración conjunta adoptada por los jefes de Estado y de Gobierno abre declarando: “Reiteramos la importancia estratégica de una relación birregional basada en valores e intereses compartidos, en sociedades resilientes, inclusivas y democráticas”. Con ello, los Jefes de Estado y de Gobierno de la CELAC y de la European Union (UE) trazan una hoja de ruta que va más allá del comercio o la ayuda tradicional y buscan consolidar una cooperación estructural que integre derechos humanos, gobernanza democrática y soberanía de los Estados.

En el capítulo dedicado a la transformación digital, los gobernantes se comprometen a “promover una Inteligencia Artificial segura, confiable y ética, con un enfoque responsable e inclusivo… y abogaremos por una transformación digital centrada en el ser humano, segura y abierta”. Este pasaje sintetiza la ambición de la UE y la CELAC por articular la digitalización con valores éticos y derechos humanos, señalando además que dicha transformación debe implementarse respetando “el derecho soberano de cada Estado a decidir sus políticas de desarrollo tecnológico”. 

En materia de infraestructura, la cumbre subrayó la necesidad de invertir en conectividad digital segura, sostenible y equitativa, capaz de cerrar las brechas entre regiones urbanas y rurales. Uno de los proyectos más destacados es el cable submarino BELLA (Building the Europe Link to Latin America), que conecta directamente a Europa con América Latina y beneficia a más de 65 millones de personas. 

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Esta infraestructura, junto con las iniciativas de conectividad satelital, forma parte de un ecosistema que busca garantizar el acceso universal a Internet y fortalecer los ecosistemas locales de innovación, educación digital y telemedicina.

En este escenario, la Unión Europea se ve como un socio alternativo frente a las potencias tecnológicas tradicionales, con una estrategia basada en valores y cooperación. Bajo su mecanismo Global Gateway Investment Agenda, lanzado en 2023 y dotado en un primer momento con 45,000 millones de euros hasta 2027, la UE trabaja en el financiamiento de proyectos verdes, digitales, centrados en las personas. 

De hecho, durante su participación durante el Foro Global Gateway a inicios de octubre, el presidente de Colombia y actual presidente pro tempore de la CELAC, Gustavo Petro, propuso un proyecto de fibra óptica desde el Amazonas hacia Europa, China y África, sin pasar por Estados Unidos. Una propuesta que haría aún más robusta la conectividad entre regiones.

Otro punto que adquirió especial relevancia durante la cumbre fue la lucha contra la desinformación y los discursos de odio en entornos digitales. Los líderes reconocieron que estas amenazas no sólo comprometen la seguridad informativa, sino también la estabilidad democrática. 

Aunque el documento no detalla medidas operativas específicas, las regiones se comprometieron a fortalecer la cooperación con actores públicos, privados y de la sociedad civil para contrarrestar la desinformación sin vulnerar la libertad de expresión.

Reforzaremos la cooperación para combatir la desinformación y el discurso de odio, al tiempo que defendemos la libertad de expresión y la seguridad de los periodistas”. Esto implica que el enfoque será principalmente colaborativo y preventivo, centrado en el intercambio de buenas prácticas, la promoción de la alfabetización mediática y digital, y el trabajo conjunto con gobiernos, medios y sociedad civil. 

Más recursos para la transformación digital verde 

Otro de los anuncios más significativos que acompañaron la Cumbre fue el realizado por el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF), que anunció una inversión de 40,000 millones de dólares durante los próximos cinco años para impulsar el crecimiento verde y la acción climática en la región. 

Esta nueva financiación busca acelerar la llamada triple transición: verde, digital y social; en línea con los objetivos del Global Gateway de la Unión Europea. 

Según explicó Sergio Díaz Granados, presidente ejecutivo de CAF, “esta es una inversión sin precedentes de un banco de desarrollo en América Latina y el Caribe, que demuestra nuestro compromiso con una región más sostenible, más equitativa y más próspera”. Con este anuncio, la institución eleva su meta de financiación verde del 40% al 50% de sus aprobaciones totales para 2030.

El plan de CAF abarca áreas clave como la transición energética justa, la resiliencia climática, la infraestructura sostenible y la conectividad digital, pilares que se alinean directamente con las prioridades de la agenda birregional UE–CELAC. Del total anunciado, 10,000 millones de dólares estarán destinados a promover la descarbonización de los sectores eléctrico, industrial y de transporte, así como a garantizar la seguridad energética y el acceso asequible a la energía. Otros recursos financiarán la protección de ecosistemas estratégicos como la Amazonía, los páramos o los manglares; y el desarrollo de proyectos de economía azul, gestión de riesgos y agricultura sostenible, contribuyendo a la conservación de la biodiversidad y a la prosperidad de las comunidades locales.

La iniciativa también contempla un fuerte componente de infraestructura física y digital, con el objetivo de cerrar las brechas estructurales que afectan a América Latina y el Caribe.

CAF también promoverá inversiones en transporte, logística y energía, así como en proyectos de transformación digital que fortalezcan la conectividad y la integración regional. Este esfuerzo se complementará con mecanismos financieros innovadores, como los canjes de deuda por naturaleza o los bonos verdes y azules, y con la participación de gobiernos subnacionales, instituciones financieras locales y el sector privado.

Retos para la implementación de la agenda digital birregional

Si bien los compromisos que adquirieron las regiones en materia de transformación digital representan un avance significativo, también enfrentan retos considerables para su implementación. 

La brecha digital sigue siendo profunda en América Latina y el Caribe, especialmente en zonas rurales y comunidades vulnerables. Para traducir los compromisos en resultados concretos, será necesario fortalecer las capacidades institucionales, crear mecanismos de seguimiento y asegurar que los recursos financieros lleguen efectivamente a los proyectos digitales. 

Además, la formación de talento digital se perfila como una condición indispensable para lograr objetivos reales en materia de transformación digital, pues no basta con desplegar infraestructura si no se desarrollan las habilidades necesarias para aprovecharla plenamente.

El reconocimiento del derecho a la soberanía tecnológica abre un debate crucial sobre el equilibrio entre autonomía y cooperación. Por un lado, los países de la región pueden diseñar sus propios marcos regulatorios y esquemas de gobernanza de datos; por otro, deben garantizar la interoperabilidad con sistemas internacionales para no quedar aislados del comercio y la innovación global. 

Este dilema resume una de las tensiones estructurales de la era: garantizar independencia tecnológica sin perder integración.

Para Colombia, anfitrión de la cumbre y presidente pro tempore de la CELAC, el evento tuvo una relevancia especial. El país se proyecta como puente estratégico entre Europa y América Latina, capaz de liderar proyectos de conectividad, Inteligencia Artificial e innovación tecnológica. Según la propia declaración, Colombia podría beneficiarse de proyectos satelitales y de infraestructura digital en el marco del Global Gateway. 

Gustavo Petro, presidente de Colombia, aseguró que el acuerdo alcanzado en la cumbre, compuesto por 52 puntos, fue “un gran éxito, al demostrar que ningún país, por sí solo, puede resolver los problemas de la humanidad”. 

Tras el encuentro de la Cumbre UE–CELAC, los líderes políticos tienen el compromiso de convertir el documento en acciones verificables vinculadas con la transformación digital, la sostenibilidad y la acción climática. En 2026, ambas regiones deberán avanzar en la implementación de los proyectos del Global Gateway y en la consolidación de la Alianza Digital UE–CELAC, fortaleciendo al mismo tiempo los mecanismos de financiamiento verde anunciados por CAF.