SMIC, el as tecnológico de China: ¿está lista para dominar la industria global de chips?
SMIC es la punta de lanza de China en su carrera por construir una cadena de suministro tecnológico propia. Aunque ha logrado avances notables, enfrenta restricciones, dependencia estatal y barreras de innovación. Este análisis expone sus fortalezas, debilidades y su rol en la disputa global por liderar el mercado de chips.
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En la silenciosa pero feroz guerra global por el dominio tecnológico, una de las cartas fuertes de China es Semiconductor Manufacturing International Corp (SMIC), el mayor fabricante chino de semiconductores.
SMIC está en el centro de los planes de Pekín para desarrollar una cadena de suministro propia y para liderar el desarrollo tecnológico a nivel global, ya que los chips son la base de todo un ecosistema industrial de tecnologías avanzadas.
Ante las crecientes tensiones geopolíticas y las restricciones de suministro, SMIC ha logrado expandir su capacidad de fabricación y disminuir su dependencia tecnológica, lo que para China es un buen paso hacia la autosuficiencia y la expansión de su campo de influencia.
Sin embargo, a pesar de que la demanda de sus semiconductores se mantiene fuerte, el fabricante chino enfrenta importantes desafíos internos (brecha de innovación y una alta dependencia estatal, por ejemplo) y externos (sanciones y falta de acceso a tecnología crítica) que aún la mantienen por detrás en el mercado mundial de chips.
Gigante nacional con ambiciones globales
SMIC es el mayor fabricante chino de semiconductores en obleas de 8 y 12 pulgadas, y una de las principales empresas de servicios de fundición en todo el mundo, que tiene entre sus clientes a Huawei y Alibaba.
Al cuarto trimestre de 2024, la compañía china era el tercer proveedor en el mercado global de fundición de chips con una participación del 5 por ciento, peleando el lugar con UMC y Global Foundries, de acuerdo con Counterpoint Research.
La compañía ofrece servicios de fundición y tecnología en diversos nodos tecnológicos, desde 0,35 micras hasta 14 nanómetros.
SMIC se dedica, principalmente, a la fundición de circuitos integrados, campo en el que es líder en China. Además, brinda servicios de diseño y soporte de IP, fabricación de fotomáscaras y otros servicios de soporte integrales.
Más del 80 por ciento de los clientes de SMIC son nacionales, lo que significa que su mayor mercado es el interno, mientras que los ingresos provenientes de clientes europeos y asiáticos no chinos han disminuido en los últimos años, de acuerdo con un análisis de Instituto Francés de Relaciones Internacionales (IFRI).
La compañía vende chips principalmente para teléfonos inteligentes, dispositivos conectados, computadoras portátiles, así como aplicaciones automotrices e industriales.
Entre todos los fabricantes chinos, SMIC es el que posee la capacidad más avanzada para producir nodos de vanguardia.
Sin embargo, a pesar de que es fuerte en China y el único fabricante local que figura en los rankings globales, SMIC tiene delante importantes desafíos para mantenerse a la cabeza de los titanes tecnológicos que le llevan la delantera.
El jaque de Estados Unidos
SMIC enfrenta una competencia feroz de empresas líderes en la industria de semiconductores, como TSMC y Samsung, que operan procesos de 5 nm y tienen una presencia global establecida. Además, empresas como Intel y GlobalFoundries también representan desafíos significativos en términos de innovación y capacidad de producción.
Pero quizá el reto más importante que encara SMIC es el entorno geopolítico. El 3 de diciembre de 2020, Estados Unidos la incluyó en la lista de empresas chinas vinculadas con las fuerzas militares, por lo que las autoridades de ese país la consideran un riesgo para la seguridad nacional.
Esto significa que las empresas estadounidenses enfrentan restricciones para suministrar a SMIC elementos necesarios para la producción de chips.
Aunado a ello, el gobierno estadounidense prohibió a la empresa neerlandesa ASML vender máquinas de litografía ultravioleta extrema a SMIC, las cuales son necesarias para procesos avanzados en fábricas de semiconductores.
El bloqueo de EE. UU. ha obstaculizado la fabricación por parte de la empresa china de nodos tecnológicos de 10 nm o menos. Por ello, se ha visto obligada a expandir su proceso maduro de 28 nm.
Para los 28 nanómetros, se emplea un proceso de fabricación y equipos de producción compatibles con procesos más maduros, como 40 nm y 60 nm. Y aunque es una solución para adaptarse a las condiciones actuales en la cadena de suministro, esto coloca en cierta desventaja a SMIC frente a sus competidores.
Entre el respaldo estatal y la presión del mercado global
China ha promovido su industria nacional de semiconductores durante una década a través de fondos de inversión, destinados principalmente a fomentar la investigación y el desarrollo. Sin embargo, dado que el dinero es fungible, las empresas también utilizan los recursos para otras actividades de producción.
La compañía ha compensado parcialmente las restricciones por parte de Estados Unidos con el impulso que recibe a través de fondos del gobierno.
Entre ellos, está el Fondo Nacional de Inversión en Circuitos Integrados (21 mil millones de dólares en 2014, 35 mil millones de dólares en 2019 y 41 mil millones de dólares en 2023) y fondos locales, junto con incentivos como exenciones fiscales y préstamos.
Las políticas de Pekín son clave para impulsar la capacidad de fabricación de chips de China. Se estima que las inversiones totales del gobierno superarán los 190 mil millones de dólares.
SMIC es uno de los principales beneficiarios de los fondos gubernamentales.
En su informe anual para 2024, SMIC reportó que ya cuenta con 14 mil 058 patentes concedidas en tecnologías de semiconductores, y un total de 20 mil 202 solicitudes de patentes en proceso. Sólo en el último año, le fueron concedidas 514 nuevas patentes.
La empresa invierte buena parte de sus ingresos en investigación y desarrollo (I+D) en chips. El año pasado, aumentó sus inversiones en un 9.1 por ciento.
Sin embargo, esto no es suficiente para estar a la cabeza. La propia compañía reconoció, en su más reciente reporte anual, que “tiene una gran brecha tecnológica en comparación con los líderes mundiales de la industria”.
Además, los ciclos para la I+D sobre fundición de obleas de circuitos integrados son largos, por lo que, si no logra mantenerse al día con las demandas de la industria, corre el riesgo de quedarse atrás.
Para la segunda mitad de 2025, SMIC proyecta una caída secuencial en sus ingresos (de entre 4 a 6%), debido a factores como una mayor incertidumbre en la demanda de los clientes, el entorno global y el panorama en la cadena de suministro, según informó esta semana en su reporte financiero del primer trimestre del año.
Si bien esto es algo que la empresa ve como retos para la industria en general, son desafíos particulares para la compañía en un contexto de crecientes tensiones geopolíticas y las sanciones de EE. UU. a las importaciones chinas.
El análisis del IFRI sugiere que el apoyo del gobierno chino no es suficiente para que los fabricantes de chips como SMIC puedan desarrollar capacidad de producción a largo plazo tan rápidamente como sus competidores globales.
SMIC ha demostrado que puede competir y resistir, pero el verdadero desafío está en liderar. Para ello, deberá superar no sólo las barreras externas y retos geopolíticos, sino también las inercias internas que ralentizan su transición de fabricación dependiente a liderazgo tecnológico independiente, sobre todo en lo relativo a chips avanzados.