Andrés Olea, Financial Product Sales VP de GBM.

Sí, es cierto: el mercado de Estados Unidos ha sido la estrella en los últimos años, tan solo en 2024 creció un 20% pero, ¿no te has preguntado si ya está demasiado caro? Muchas empresas se ven costosas para lo que realmente están generando. Y mientras todos miran hacia el mismo lado, en otros rincones del mundo hay empresas de calidad a precios mucho más atractivos. ¿Por qué no aprovechar esas oportunidades y comprar donde otros no están mirando?
Quizás la mejor forma de invertir hoy es como armar un equipo de fútbol: necesitas talento en todas las posiciones. No basta con tener un gran delantero si la defensa es frágil o el medio campo no genera juego. Lo mismo aplica a tu portafolio: no se trata de apostarle todo a una sola industria o país, sino de construir una alineación balanceada, que combine seguridad, creatividad, velocidad y visión de largo plazo.
Para eso podemos hacer analogías entre un equipo de fútbol y algunas de las industrias que presentan un desempeño favorable, una estrategia que identifica los sectores con mayor potencial estructural y mejor posicionados dentro de sus mercados.
Bajo la comparativa de los integrantes del equipo, el sector de la salud sería el portero. Siempre ahí, confiable, listo para defender tu portafolio. En un mundo que envejece y se enfrenta a enfermedades crónicas, las compañías que lideran con tratamientos transformadores o buscan revolucionar el sistema de salud con tecnología que mejora resultados y reduce costos, se posicionan como una apuesta clave.
Para la posición de defensa, se necesita firmeza y cobertura global, algo que las empresas de finanzas pueden ofrecer, pues con su presencia en Europa y América Latina, ofrecen resiliencia y dividendos, incluso cuando el juego se vuelve complejo.
¿Quién saca el balón jugado desde atrás? El sector tecnológico conforma a los laterales técnicos. Especialistas en disrupción y pruebas de semiconductores permiten que todo el sistema tecnológico funcione con precisión. Sin ellos, la inteligencia artificial ni siquiera arrancaría.
El medio campo es el motor. Industrias tecnológicas con posiciones robustas y reputación actúan desde el centro: publicidad, nube e inteligencia artificial. A su lado, el sector energético da equilibrio con respaldo financiero.
Por su lado, los sectores de entretenimiento, con su capacidad de generar ingresos desde streaming, parques y franquicias, conectan todas las jugadas con emoción y escala.
Al frente, es necesario tener impacto, por lo que apostar por un fabricante de chips y quizás un campeón del e-commerce pueden convertirse en delanteros estrella: rápidos, potentes y con una capacidad única para convertir oportunidades en resultados.
¿Y desde la banca? Las fintechs pueden estar listas para sorprender con agilidad. Mientras que el segmento enfocado en lujo puede entrar a proteger el resultado cuando los mercados se ponen volátiles.
Esta estrategia no es una apuesta táctica para un solo partido. Es una filosofía de largo plazo. Diversificada por regiones —Estados Unidos, Europa, Asia y América Latina— y construida sobre sectores estructuralmente sólidos, con empresas que no solo sobreviven a los cambios, sino que los lideran.
De esta manera podemos decir que invertir bien es como armar un gran equipo: equilibrado, resiliente y con visión. Si tienes tiempo de tu lado, tienes la mejor ventaja, porque al final, el campeonato financiero no se gana con una sola jugada, se gana con estrategia, paciencia y constancia.