El Economista Jorge Bravo
Los medios de comunicación tradicionales como la radio y la televisión están en camino de convertirse en reliquias mediáticas conforme crece el consumo de contenidos en Internet.
La Encuesta Nacional de Consumo de Contenidos Audiovisuales (ENCCA) 2023 del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) muestra una caída constante e histórica del visionado de la TV y la escucha de la radio, mientras que los contenidos en línea siguen en ascenso, siendo el smartphone el principal dispositivo de acceso al audiovisual.
La primera edición de la ENCCA de 2015 mostraba que el consumo de televisión abierta era de 80.9% de la población; la reciente edición de 2023 exhibe que se redujo a 75%. Entonces y ahora el contenido audiovisual que más atrae la atención de los televidentes son las noticias en vivo, pero han pasado de ser vistas por 56% en la versión de 2015 a 49% en 2023.
Lo mismo sucede con la radio: en 2015 era escuchada por 39.6% de las personas encuestadas, pero para 2023 la cifra cayó a 35%. La música sigue siendo el género radiofónico que más agrada a los oyentes.
El Canal de las Estrellas de Televisa era la señal más vista por las audiencias de la TV abierta en 2015 con 65%; en 2023 conserva la primera posición, pero su visionado ha caído a 50% en 2023.
La conclusión es simple: el encendido y el consumo de la radio y la televisión tradicionales es cada vez menor entre los mexicanos, tanto en entornos urbanos como rurales, principalmente entre las generaciones más jóvenes que prefieren su teléfono inteligente, las redes sociales, YouTube y TikTok.
El IFT matiza esta deducción diciendo que existe un consumo simultáneo de medios y que también se consumen por Internet tanto la radio como la TV abierta, por lo que habría una estrategia multimedia y multiplataforma de los medios tradicionales para ser consumidos tanto al aire como en línea.
Es claro que la radio y la TV abierta deben trascender las limitaciones de sus formatos tradicionales y expandirse hacia plataformas digitales. Desarrollar aplicaciones móviles, ofrecer contenido en línea y aprovechar las redes sociales para la distribución puede atraer a audiencias más amplias y diversas.
Desde luego, no hay que soslayar uno de los aspectos más relevantes del consumo audiovisual: mientras la TV abierta y la radio sigan siendo negocios sostenibles por la publicidad, su permanencia está garantizada.
Veamos el contraste con Internet. Según la encuesta del IFT, en 2015 sólo 25.8% de las personas acostumbran ver contenidos por Internet. Ocho años después la cifra se disparó a 78% de los encuestados. Se ven, escuchan y consumen más contenidos en Internet tanto en las ciudades como en el campo.
YouTube se ha consolidado a lo largo de estos años como la plataforma más utilizada para ver contenidos por Internet con 73% de las preferencias, sobre todo por ser un sitio de acceso gratuito a infinidad de videos, a punto de superar la TV abierta, lo cual seguramente ocurrirá en 2024. TikTok ha emergido rápidamente y ahora es usada por 47% de las personas.
Lo interesante es el cada vez mayor ascenso de las plataformas de streaming por suscripción como opción para 51% de las personas que ven contenidos por Internet, siendo Netflix la principal (87%), seguida de Disney+ (35%).
Los principales contenidos audiovisuales que consumen los internautas mexicanos son películas (52%), series (42%) y videos musicales (29%). Esta será la tendencia que se estabilizará en los próximos años conforme mejore la velocidad de banda ancha tanto en hogares como en dispositivos móviles, con opciones para descargar el contenido y consumirlo en cualquier lugar y horario.
Sólo para consumir contenidos audiovisuales, los usuarios dedican 3 horas diarias en promedio en plataformas en línea versus 2.5 horas en televisión abierta en la edición 2023 de la encuesta.
Sería interesante que el IFT explorara en futuras encuestas la identificación de tendencias que están provocando estos cambios y transformaciones en los hábitos de consumo audiovisual.
Por ejemplo, es evidente que las audiencias ya no se limitan a un único medio para consumir contenido. La convergencia digital ha permitido que los usuarios combinen plataformas, fusionando la experiencia de la radio y la televisión con servicios de transmisión en línea y redes sociales.
Asimismo, la demanda de contenido personalizado está en aumento. Plataformas de streaming y redes sociales han acostumbrado a los usuarios, sobre todo los más jóvenes, a experiencias a la medida, lo cual representa un desafío para la programación lineal de la radio y la TV.
Finalmente, las audiencias actuales no sólo desean consumir contenidos, también interactuar, participar y producir contenidos propios. Las plataformas interactivas y las redes sociales ofrecen la posibilidad de comentar, compartir o incluso publicar en tiempo real contenidos propios, experiencias o curiosidades que se suman vía la Nube al ecosistema audiovisual.
Derecho de réplica y precisión
La semana pasada escribí en este mismo espacio sobre los contratos del gobierno de México a Starlink. Aludí a Camilo Zamora, senior Technical and Regulatory Advisor de Telecommunications Management Group (TMG), como representante en México de Starlink Satellite Systems. Camilo Zamora me escribió un amable correo para aclarar lo siguiente:
“Si bien asesoré a Starlink en 2021, nunca he sido su representante y mis servicios para Starlink México terminaron hace más de un año. Su afirmación ‘El representante en México de Starlink Satellite Systems México es el colombiano Camilo Zamora (…)’ es equivocada. No soy el representante de Starlink y nunca lo he sido. Como le expliqué asesoré a Starlink México en 2021, pero ese contrato hace rato terminó.”
Twitter: @beltmondi