El Servicio Nacional de Salud del Reino Unido (NHS, por sus siglas en inglés) creará un laboratorio nacional de Inteligencia Artificial (IA) para mejorar la atención de los pacientes, así como la investigación, con una inversión de 250 millones de libras.
El software informático avanzado ya está mostrando su potencial para revolucionar la medicina en campos que van desde el diagnóstico de pacientes, la obtención de nuevos conocimientos sobre enfermedades y la mejora del funcionamiento de los hospitales.
Los ensayos clínicos han demostrado que la IA es tan buena como los principales médicos para detectar cáncer de pulmón, cáncer de piel y más de 50 afecciones oculares a partir de escaneos.
Sin embargo, aumentar el uso de la IA también planteará desafíos para el servicio de salud, desde capacitar al personal hasta mejorar la seguridad cibernética y garantizar la confidencialidad del paciente.
Entre los desafíos del uso de IA también se encuentra el sesgo de raza, dado que la IA aprende de los datos que ya existen, y estos, en su mayoría, son investigaciones médicas realizadas en personas blancas, por lo que podría existir la posibilidad de que personas de origen étnico negro y minoritario padezcan exclusiones.
El Secretario de Salud, Matt Hancock, dijo que era “increíblemente importante” que la IA “represente a la sociedad”.