Reforma Jorge F. Negrete P.
He retrasado mi reflexión pública sobre la regulación de la Inteligencia Artificial por dos razones. La primera, no se había verificado la reunión organizada por la UNESCO en esta materia. La semana pasada, finalmente sucedió en Santiago de Chile, donde 24 países participaron en el 1er. Foro de Altas Autoridades sobre la Ética de la Inteligencia Artificial de América Latina y el Caribe.
Durante este evento se constituyó el Consejo Regional de Inteligencia Artificial para Latinoamérica y el Caribe. Se trata de un órgano apoyado por la UNESCO y CAF (Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe), que servirá como espacio para discutir políticas públicas relacionadas con IA, para crear regulaciones coordinadas entre los países del continente y para compartir buenas prácticas. Este tipo de organización, promovida por ambos organismos, es la primera del mundo que se constituye oficialmente bajo este formato. En una entrega posterior hablaré de ello.
La segunda, el gobierno estadounidense estaba preparando su propuesta de política pública sobre la materia y, al igual que con la UNESCO, se verificó la semana pasada. A esto me refiero hoy.
El presidente Biden emitió una Orden Ejecutiva sobre Inteligencia Artificial segura y confiable el 30 de octubre, después de varias reuniones con los líderes de la tecnología digital de Estados Unidos. Esta decisión me parece la más importante de cualquier regulación o política pública, ya que marca la línea que el país, donde se desarrolla la Inteligencia Artificial más avanzada, va a seguir en los próximos años.
Europa ha querido regular de todas las formas posibles la tecnología digital, pero en esta materia era vital conocer la forma como el gobierno norteamericano observa sus propias empresas, sus conductas y los efectos que anticipa por un mal uso de esta tecnología. Un esfuerzo por regular, pero no matar la innovación y los efectos positivos de la Inteligencia Artificial. Aquí una síntesis:
“La Orden Ejecutiva establece nuevos estándares para la seguridad de la IA, protege la privacidad de los estadounidenses, promueve la equidad y los derechos civiles, defiende a los consumidores y trabajadores, promueve la innovación y la competencia, promueve el liderazgo estadounidense en todo el mundo y más”.
Este párrafo es fundamental, aquí la filosofía de la Orden Ejecutiva. Más claro ni el agua. El gobierno estadounidense busca establecer un principio jurídico de protección de derechos e igualdad, priorizando a consumidores y trabajadores.
Los derechos civiles son un concepto jurídico muy amplio y complejo bajo el régimen jurídico norteamericano, su sola mención es relevante. Al mismo tiempo, EU no olvida que este es un negocio que genera liderazgo global, sobre todo en un entorno geopolítico. Estados Unidos es el líder global en esta tecnología y, por eso, subraya la idea de innovación, competencia y liderazgo.
“Exigir que los desarrolladores de los sistemas de Inteligencia Artificial compartan los resultados de sus pruebas de seguridad con el gobierno de EE. UU.
“Desarrollar estándares, herramientas y pruebas para ayudar a garantizar que los sistemas de IA sean seguros y confiables.
“Protección contra los riesgos del uso de IA para diseñar materiales biológicos peligrosos.
“Proteger a los estadounidenses del fraude y el engaño habilitados por la IA estableciendo estándares y mejores prácticas para detectar contenido generado por IA y autenticar el contenido.
“Establecer un programa de ciberseguridad avanzado para desarrollar herramientas de Inteligencia Artificial y corregir vulnerabilidades en software crítico.
“Ordenar el desarrollo de un Memorando de Seguridad Nacional.
“El presidente pide al Congreso que apruebe una legislación bipartidista sobre privacidad de datos.
“Promover un ecosistema de IA justo, abierto y competitivo.”
Este es un documento de derechos, competitividad, liderazgo y geopolítica muy interesante que seguiré comentando.
Presidente de Digital Policy Law
X/Twitter: @fernegretep
