El País-Alda Livey Mera Cobo
Popayán, ciudad donde escasean las oportunidades de empleo, tiene ahora en el Centro de Desarrollo e Innovación de Software, una plataforma de formación y trabajo para jóvenes de estratos 1, 2 y 3, gracias a una alianza entre el Sena y Everis, una compañía desarrolladora de sistemas de información.
Juan Sebastián Escobar, socio y director de la unidad de negocio ITS&S de Everis Colombia, cuenta lo que los llevó a crear este centro en Popayán, fue el déficit enorme de profesionales asociados a la ingeniería de software.
“Ese déficit es una oportunidad para países con altísima dependencia de producción de materia prima, como Colombia, para empezar a desarrollarse en otra economía distinta, como la ingeniería de software; y que puede y debería convertirse en uno de los países punteros en el desarrollo de este tipo de talento”, explica el ejecutivo.
Otro motivador es el Sena, dice Escobar, una entidad querida en el país por su misión y visión: educación en programas como análisis y diseños de sistemas de información, para generar ese talento digital y de ingeniería informática que tanto necesita el país. Y el empleabilizar: no se queda en educar, sino en dar empleo a miles de aprendices.
“Por eso nos acercamos al Sena con un proyecto exitoso en Chile y en Perú, en el cual como compañía multinacional nos insertamos en un modelo de educación dual con el programa de análisis y diseños de sistemas de información del Sena y capacitación el objetivo de mejorar su formación”, dice Escobar.
Un buen complemento dice él, porque el programa del Sena está muy bien constituido y Everis permanece actualizado sobre qué tipo de tecnología de información necesitan el sector privado y el sector público. “En dos meses capacitamos a los aprendices para cerrar brechas en innovación y tecnologías emergentes y disruptivas”, dice Escobar.
Y Popayán era el escenario ideal para desarrollar este Centro de Innovación y Desarrollo de Software, al ser muy golpeada por la guerrilla, el narcotráfico y la violencia; por tener jóvenes con altísimo potencial y ganas de salir adelante y pocas oportunidades, y poseer un Sena Cauca con enorme interés en desarrollar el primer piloto, que culminó en 2018.
“Elegimos Popayán porque estamos impactando un tejido social muy debilitado. Los aprendices que pasaron a la fase productiva son chicos de estratos 1 y 2, golpeados y con pocas oportunidades, pero hoy están preparados para insertarse en el mundo de las tecnologías emergentes, disruptivas y de software”, expresa satisfecho Escobar.
Los jóvenes se capacitan en este Centro de Innovación y Desarrollo de Software y “no tienen nada que envidiarle a los que hay en Madrid, Barcelona, Buenos Aires, Reino Unido, Bogotá”. En julio próximo abrirán otro en Medellín, y han tenido reuniones con el alcalde Maurice Armitage y el Sena de Cali, para tener allí otra réplica a finales de 2019.
“El objetivo es crear un ecosistema donde la entidad pública y la entidad privada, generen las capacidades en este tejido social que tiene muchas necesidades, pero un altísimo potencial y es el que estamos logrando desarrollar”, dice.
Hasta diciembre de 2018, unos 168 aprendices han recibido formación dual y prácticas productivas en el Centro de Innovación y Desarrollo de Software. “De esos, 68 % fueron contratados por Everis con contrato a término indefinido y unas condiciones que les han transformado la vida porque han sabido aprovechar esta oportunidad”, dice Escobar.
Un 17 % halló empleo en empresas en Cali y el 8 % ha ingresado a la univer- sidad a ingeniería de sistemas o de computación. “Este modelo, tanto por las cifras, como para los aprendices de Cauca, es un éxito en esta prueba piloto de dos años; por ello, el Sena y Everis ya renovaron el contrato por más de $2000 millones para desarrollar talento en el marco de la economía naranja”, explica.
La compañía invertirá estos recursos, en ampliaciones físicas en el Centro de Innovación, con miras a cuadriplicar el número de aprendices a unos 420. “Hemos enmarcado este centro de desarrollo en un ámbito específico, con una profundización en ‘analitycs’ y ‘big data’, una tecnología de altísimo impacto para los clientes porque les permite tener información clara y oportuna para la toma de decisiones”.
Otros recursos serán para fortalecer y profundizar capacidades de los aprendices y la formación de instructores para que el proyecto sea sostenible y el Sena se convierta en el proveedor de talento de la cuarta revolución industrial (tecnología).
Muestra de ello es que “desde Popayán, con aprendices del Sena, se le está prestando servicios en ingeniería de software a Claro Telecomunicaciones, Grupo Aval, Terpel, Telefónica Colombia, compañías en Barcelona y resto de España y para el Gobierno de Argentina y entidades bancarias de Perú”.
De esos software, a Escobar destaca uno un software que se desarrolló para el propio Sena, de Sistema de Gestión del Conocimiento e Innovación del Sena, que le permite garantizar el conocimiento y buenas prácticas que tiene esta entidad educativa, hecho por sus propios aprendices en este proceso, dice.
Otro es el sistema ‘analitycs’ e inteligencia artificial para Claro Colombia, que le permite anticiparse a fallas y averías en sus redes. “Son productos hechos con talento de Popayán formado en el Sena y en el Centro de Desarrollo e Innovación. Todas las compañías de tecnología del mundo, se pelean el talento y encontramos una vía en la que no solo lo desarrollamos donde no lo había, sino que impactamos unos estratos sociales muy necesitados de oportunidades”.
Esta iniciativa necesita de todos los actores del sector público y del privado, “para que trabajen con nosotros, ya que nos puede convertir en el hub de innovación en el marco de las tecnologías emergentes y disruptivas en América Latina y a eso le estamos apostando en el marco del auge de la economía naranja”, concluyó Juan Sebastián Escobar, gran promotor del proyecto.