La compañía estatal de telégrafos y telefonía de Japón, mejor conocida como NTT, ha decidido construir sus propias redes de distribución de energía, con el objetivo de solucionar la escasez de capacidad con baterías de almacenamiento en sus aproximadamente 7 mil 300 edificios de oficinas en todo el país, principalmente a hospitales y fábricas.
La oportunidad de negocio radica en que las instituciones gubernamentales encargadas de suministrar la energía eléctrica en Japón han fallado en proporcionar de forma eficaz el servicio. Además, de acuerdo con reportes, Tokyo Electric Power tuvo problemas para restablecer la electricidad después del tifón que azotó al país en septiembre de este año. La compañía nipona planea gastar alrededor de 600 mil millones de yenes (5.5 mil millones de dólares) en el proyecto.
NTT, que actualmente genera alrededor de 300 mil millones de yenes en ingresos de su negocio de energía (siendo la cuarta compañía de telecomunicaciones más grande del mundo en cuanto a ingresos), pretende desarrollar una fuente de energía patentada y así duplicar sus ganancias para el año fiscal 2025, según el informe.
De acuerdo con medios locales, en Japón es raro que compañías que no sean de servicios públicos regionales desarrollen sus propios sistemas de distribución de energía. Sin embargo, las empresas privadas han empezado a mirar hacia la inversión en dicho negocio a partir de la liberalización del mercado eléctrico del país.