Frédéric García – El Financiero
México está entrando en una nueva era tecnológica marcada por la inteligencia artificial (IA), pero lo hace en un contexto global convulso, donde las tensiones geopolíticas entre Estados Unidos y China no solo afectan al comercio, sino también al acceso a tecnologías clave. La reciente irrupción de DeepSeek, la startup china de IA que amenaza el dominio de empresas como OpenAI y Nvidia acaba de sacudir el mercado bursátil de Estados Unidos con unas perdidas estimadas a más de un trillón de dólares en un día (un poco mas de la mitad del PIB de México).
Este contexto representa una oportunidad, pero también un riesgo latente para un país como México, cuyas exportaciones depende en un 80 por ciento de Estados Unidos. La pregunta clave es: ¿cómo diseñar una política pública de IA que garantice nuestro desarrollo sin comprometer nuestra relación estratégica con Estados Unidos y fortalezca nuestra posición en el TMEC?