El regulador de comunicaciones de Francia, la Arcep, decidió poner a concurso las frecuencias de 3.4-3.8 GHz para 5G. El ente espera concluir el proceso dentro del primer semestre del año.
Se pondrán a disposición 310 MHz de espectro a nivel metropolitano, y las frecuencias se asignarán por 15 años, con una extensión de cinco si el operador lo requiere.
El procedimiento se basa en un mecanismo de asignación mixta: incluirá una primera parte en la que hasta cuatro operadores pueden obtener bloques de hasta 50 MHz a través de compromisos opcionales previo a la subasta, y después una segunda parte, en la subasta, donde los candidatos podrán obtener frecuencias adicionales.
En la primera parte de los compromisos, cada bloque de 50 MHz tendrá un precio base de 350 millones de euros. En la segunda parte se podrán adicionar bloques de 10 MHz por un precio inicial de 70 millones de euros cada bloque.
Los operadores podrán realizar los compromisos al presentar la solicitud, que al quedarse con las frecuencias pasarán a ser obligaciones en las autorizaciones de uso, y se agregarán a las obligaciones a las que estarán sujetos todos los ganadores.
Las obligaciones para todos los ganadores incluyen el encendido de 5G en al menos dos ciudades por operador antes de 2021 y un calendario de despliegue de la nueva tecnología en la frecuencia ganada durante los siguientes años: 3 mil sitios en 2022, 8 mil en 2024 y 10 mil 500 en 2025. Además, para 2022, al menos 75 por ciento de los sitios deben brindar una velocidad de al menos 240 Mbps.
También los ganadores tendrán obligaciones de cobertura en carreteras, deberán activar funciones específicas de 5G que les vaya pidiendo el regulador, y sus redes tendrán que ser compatibles con IPv6.
Los operadores que quieran participar del concurso tendrán tiempo para enviar su solicitud hasta el 25 de febrero, mientras que podrán realizar consultas sobre el proceso hasta el 28 de enero.
Ya en 2016, la Comisión Europea presentó un plan de acción destinado a definir el calendario del continente para la quinta generación, en donde se consideraba a la banda de 3.4-3.8 GHz como la frecuencia central para la nueva tecnología, por sus propiedades físicas y por la cantidad de espectro disponible.
“El uso de esta banda central se complementará con otras bandas, con diferentes propiedades, que ayudarán a dar un efecto completo a 5G”, explicó el regulador francés en un comunicado. En este sentido, se podrá combinar con la banda de 700 MHz, que se asignó en 2015, y la banda de 26 GHz, que será objeto de una subasta posterior. Con respecto a esta última frecuencia, todavía se está trabajando a nivel europeo para establecer todas las condiciones técnicas a respetar.