España tendrá que comunicar antes de junio cómo rastreará a los ciudadanos para combatir el coronavirus
-Una recomendación de la UE exige a los Estados miembros que comuniquen qué medidas adoptarán para recopilar datos y combatir la pandemia antes de junio. -Se sabe un día después de que el Gobierno español se adhiriera a un consorcio, el PEPP-PT, bajo cuyo paraguas ya se ha desarrollado un protocolo, el DP3T, para crear apps que rastreen los contactos de los ciudadanos y prevenir contagios.
Con el Gobierno adherido al consorcio europeo PEPP-PT, es cuestión de tiempo que España cuente con su propia app para rastrear de forma temprana posibles contagios de coronavirus.
Pero tendrá que advertírselo a la Unión Europea antes de que termine mayo, según una Recomendación que publicó este martes el DOUE.
El objetivo de las autoridades al usar este tipo de herramientas informáticas para rastrear contactos es relajar la cuarentena en las próximas semanas. Si los gobiernos cuentan con un instrumento capaz de prevenir nuevos brotes de COVID-19, podrán aislar en cuarentena solo a los afectados, mientras el resto de la población retoma la normalidad tras la pandemia.
Al contrario que las apps de autodiagnóstico —simples tests que recopilan tus datos para descongestionar los sistemas telefónicos sanitarios—, esta solución que ya se ha implantado en países como China o Singapur permite que los móviles de los ciudadanos se conecten los unos con los otros. De este modo, cada vez que te ‘cruces’ con el teléfono de un contagiado por COVID-19 las autoridades pueden actuar de forma rápida e incluso preventiva.
De hecho, en este enlace puedes consultar qué apps están utilizando varios países. Mientras que en España solo aparecen las de autodiagnóstico, hay estados como Israel o Corea del Sur que ya hacen un monitoreo “centralizado” de los contactos de sus ciudadanos, recopilando la información de múltiples fuentes, como la geolocalización de sus dispositivos.
Los datos se eliminarán tras la pandemia
Mientras se encuentran estas soluciones tecnológicas, el DOUE publicaba ayer una recomendación de la Comisión Europea “relativa a un conjunto de instrumentos comunes de la Unión para la utilización de la tecnología y los datos a fin de combatir y superar la crisis de la COVID-19“.
Planteaba, entre otras cuestiones, mecanismos para proteger la privacidad y el anonimato de los ciudadanos —también del de las personas contagiadas— y advierte que las medidas adoptadas y los datos obtenidos serán eliminados “a más tardar cuando se declare que la pandemia se encuentra bajo control”.
Además, impone una fecha límite a los Estados miembros. España tendrá que informar a la Comisión “acerca de las medidas adoptadas con arreglo a la presente Recomendación” antes del 31 de mayo.
Los derechos civiles siguen en el foco
En este estado de la cuestión, colectivos en defensa de derechos digitales y civiles siguen exigiendo transparencia en el desarrollo de la tecnología que trazará nuestros contactos. X.net, por ejemplo, ha publicado un nuevo análisis en su portal en el que recuerdan que están de acuerdo con el uso de datos personales “sin renunciar a derechos fundamentales”, pero advierten que muchas propuestas de sus usos “o exponen la privacidad o no son realmente eficaces”.
“Siendo que se trata de datos sensibles de cada una de nosotras, debemos saber distinguir y defender la app que es útil de aquellas que, aun con buenas intenciones, requieren más sacrificios de los resultados que obtienen“, exponen.
De hecho, X.net aboga por el uso “de los datos que ya existen y son almacenados en las compañías telefónicas de cada usuario“, según se prevé en la legislación. “Recordemos que no se trata sólo de la triangulación de las antenas, sino también de datos de wifi, de IP e incluso en muchos casos, GPS“.