Reforma Clara Luz Álvarez
La eSalud tiene manifestaciones como la telemedicina y la mSalud, así como el aprovechamiento del Big Data a través de la inteligencia artificial (IA) para la investigación y toma de decisiones de políticas públicas de salud. La eSalud es útil para fomentar el autocuidado, para el monitoreo del estado de salud, para las terapias de rehabilitación y hasta para la realización de cirugías a distancia. Lejos de ser un concepto estático, la eSalud es dinámica y obliga a distinguir las necesidades locales que pueden derivarse de la ubicación geográfica (p. ej. el chikungunya es propio de zonas tropicales y subtropicales), de las costumbres (p. ej. sedentarismo) y de las estaciones del año (p. ej. en época de lluvias el dengue tiene mayor transmisión).
Conectividad + Habilidades. Aunque la eSalud requiere forzosamente de infraestructura de telecomunicaciones y de banda ancha, cada servicio puede tener requerimientos específicos. Tener baja latencia (tiempo en milisegundos que tarda la comunicación en llegar a su destino) para un taller de actualización es conveniente, mientras que para una cirugía es de vida o muerte. La conectividad representa varios retos, por lo que la fórmula no puede ser una receta única para todo el país, sino que exige considerar todas las tecnologías disponibles y las condiciones de las comunidades, en especial de las alejadas de zonas urbanas y aquellas de atención prioridad. Además, la conectividad debe acompañarse del desarrollo y fortalecimiento de las habilidades dentro de las propias comunidades.
Telemedicina. Esta es de gran ayuda para que personas de zonas rurales, adultos mayores, personas en situación de vulnerabilidad o con discapacidad puedan acceder a servicios de salud. En el caso de América, la teleradiología es el tipo de telemedicina más utilizada en los países (89.5%) aunque sólo el 11.7% proviene de programas formales; y las principales barreras para la telemedicina son la falta de equipos (78.9%) y la conectividad (57.9%) (Organización Panamericana de la Salud).
mSalud y apps. Los servicios de salud a través de dispositivos móviles (p. ej. los teléfonos celulares) están en crecimiento, sin embargo, los desafíos son múltiples porque gran parte de la población carece de dispositivos con funcionalidades y capacidad suficiente; porque muchas aplicaciones se diseñan sin pensar que deben ser accesibles a personas con distintos tipos de discapacidad; porque no están en las lenguas nacionales (sólo el 10.5% de países de América tienen información multilingüe, OPS).
eComunicación de salud. A través de internet, se puede disfrutar de un mejor derecho a la salud por un acceso más amplio a la información tanto por las búsquedas de información por parte de la ciudadanía como por lo que las instituciones públicas difunden. No obstante ello, también las noticias e información falsas están a la orden del día.
Big Data, IA e IoT. El Big Data de datos de las distintas zonas de México y el empleo de la IA puede identificar necesidades por zona, de acuerdo a las enfermedades de mayor prevalencia y así proveer soluciones que consideren las particularidades. Esto exige -además de conectividad-, la disponibilidad de cómputo de alta capacidad, desarrollo de algoritmos y mecanismos para el procesamiento eficaz de datos aprovechando la IA.
La eSalud puede también contribuir a evitar la falta de acceso a servicios de salud por la ubicación geográfica, por el nivel de especialidad médica que se requiera, al tiempo que ayuda a prevenir la saturación al poder canalizar de mejor manera a quienes requieran una atención en persona en un centro de salud. La eSalud debe contar con una metodología para el monitoreo de lo que funciona, lo que es replicable y lo que es mejorable. Finalmente, todo apunta que un modelo exitoso debe construirse con una colaboración multipartita sociedad, gobierno, sector privado y academia, donde la sostenibilidad de los proyectos sea un requisito.
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