Las ventas de Ericsson en el segundo trimestre fueron de 55 mil millones de coronas suecas, unos 6 mil 151 millones de dólares, lo que supone un crecimiento interanual del 1 por ciento. Los ingresos se elevaron un 12 por ciento en comparación con el primer trimestre del 2020, lo que significa que prácticamente la compañía no sufrió impacto negativo de la crisis sanitaria por Covid-19.
En este periodo, los ingresos por explotación subieron un 3 por ciento, a 431 millones de dólares, mientras que el beneficio neto se incrementó un 40 por ciento, a 287 millones de dólares.
Dividido por unidad de negocio, las ventas de Redes aumentaron un 4 por ciento, a 4 mil 400 millones de dólares, debido a mayores contratos 5G, principalmente en China. Los ingresos por Servicios Digitales bajaron un 5 por ciento, a 951 millones de dólares, mientras que la unidad de Managed Services redujo sus ventas un 12 por ciento.
“El costo humano causado por Covid-19, directa e indirectamente a través de una economía débil, es cada vez más claro. Continuamos priorizando la seguridad de nuestra gente, y más del 80 por ciento de nuestros empleados trabajan actualmente desde su hogar. A pesar del entorno difícil, entregamos un resultado sólido”, sostuvo Börje Ekholm, presidente y CEO de Ericsson.
“Si bien los efectos de Covid-19 crean incertidumbres, con la visibilidad actual mantenemos los objetivos anuales para el Grupo”, agregó.
Por otra parte, el ejecutivo reiteró su preocupación por la baja adopción de la tecnología que está teniendo Europa: “Mientras nos preparamos para salir de la crisis causada por Covid-19, es necesario reiniciar las economías y realizar inversiones estratégicas y prospectivas que sugerimos que incluyan la infraestructura digital futura. Vemos que muchas regiones de todo el mundo aumentan las inversiones en este espacio y, como empresa europea, nos preocupa que Europa se quede atrás. Como infraestructura nacional crítica, el 5G será un determinante clave para la competitividad a largo plazo de la economía general y actuará como un estimulante para acelerar el crecimiento económico, atraer futuras inversiones y acelerar la innovación tecnológica. Creo que Europa debe priorizar las acciones para incentivar las inversiones en la infraestructura digital, que incluyen reducir el costo y acelerar la disponibilidad del espectro”.