La decisión del presidente de El Salvador, Nayib Bukele, de promover en esa economía dolarizada el uso de la moneda digital bitcóin como una moneda de curso legal abre el debate sobre qué son estas criptomonedas y la viabilidad en las diversas economías.
Marcos López, delegado del presidente Guillermo Lasso en la Junta de Regulación de la Política Monetaria y Financiera, consideró que se debe hacer una separación bien clara sobre el entendimiento de las criptomonedas, que es un término general para denominar a las monedas digitales. Dentro de estas puede estar todo tipo de medio de pagos electrónicos y por otro el tipo de criptomoneda bitcóin. Sobre medios de pago en general, según López, los bancos centrales deben empezar a prepararse para esta nueva realidad. Esto puede acelerar el ritmo económico, dijo.
En cambio, sobre el bitcóin que nace de los algoritmos generados por un computador, consideró que siguen siendo un activo financiero de alto riesgo. Comentó que esta no es, a su criterio, una moneda de fácil acceso y de fácil manejo.
Sobre la decisión del Ejecutivo de El Salvador, conocida en estos días, representa tomar un riesgo al permitir que haya una dualidad de monedas de curso oficial en circulación. Esto somete a la economía a una permanente preocupación de la relación entre esas dos monedas coexistiendo en el mismo país.
En 2018, el Banco Central del Ecuador aclaraba a los ecuatorianos que las criptomonedas (como bitcóin) no son un medio de pago autorizado en el país y no cuentan con respaldo, pues sustentan su valor en la especulación. Tampoco están controladas, supervisadas ni reguladas por ninguna entidad del Ecuador, razón por la que “representan un riesgo financiero”. Esto quiere decir que el uso de las criptomonedas y los problemas que pudieran derivarse de su carácter especulativo son de exclusiva responsabilidad de quienes decidan adoptarla.
El Fondo Latinoamericano de Reservas (FLAR) reunió hace pocos días, en la sesión de Cartagena Talks, a expertos del ámbito económico a nivel global para analizar cómo las monedas digitales de banco central (CBDC por sus siglas en inglés), conocidas también como criptomonedas, son cada vez más relevantes a nivel mundial. De acuerdo con lo explicado por expertos convocados por el FLAR, el efectivo como lo conocemos genera desventajas en los modelos de negocio digitales y la pandemia ha sido una catalizadora en la aceleración del uso de criptomonedas a través de todo el mundo.
Las criptomonedas de las que habla el FLAR, que son monedas digitales emitidas por bancos centrales, no son bitcoines, que también son digitales, pero no emitidos por bancos centrales.
John Kiff, exasesor financiero sénior del Fondo Monetario Internacional, comentó en el foro que desde 2018 comenzó a seguir la pista a una decena de países que mostraban interés en la que en ese momento era todavía una opción nueva. Ahora, el número de bancos centrales que han hecho avances con las CBDC llega al 80%, según el Banco de Pagos Internacionales, e incluso lanzado pilotos, asciende al 50%, que no es una cifra menor.
Hay casos como Bahamas que ya lanzó su sand dollar, mientras que Jamaica lo hará este mes, dijo. Para no salir del hemisferio, tanto Uruguay como Ecuador completaron sus ensayos con comercios y gente de carne y hueso. En otros lugares, China, Canadá o Rusia han dado pasos en la misma dirección.
Efectivamente, en el caso de Ecuador, hubo un intento de manejo de dinero electrónico por parte del BCE, que no prosperó. Luego, las entidades financieras privadas buscaron empujar la billetera electrónica, pero esta iniciativa tampoco ha terminado de despegar.