Reforma Jorge Fernando Negrete P.
El ritornello es una repetición, un estribillo musical que sobrevive a partir de su frecuencia. Pero, de vez en vez, esa repetición significa algo distinto, refleja diversas cosas y su significado cambia. Eso sucede con Altán Redes y la Red Compartida.
Hace 9 años, durante la reforma del sector de telecomunicaciones, tomé la decisión de dejar de hablar de la Red Compartida y Altán. La regulación de esta empresa y el destino de la banda de 700 MHz ya estaban en la Constitución. Años de debate en foros internacionales y expectativas para abatir la brecha digital, se fueron por un agujero negro.
El proyecto lo propuso Felipe Calderón y su equipo. Un momento para el sector de las telecomunicaciones que se caracterizó por tres secretarios de Comunicaciones, cuatro subsecretarios de Comunicaciones y una guerra entre el sector de telecomunicaciones.
La iniciativa de Calderón de usar la banda de 700 MHz, destinada para abatir la brecha digital entre los más pobres, fue monopolizada por el Gobierno de Peña Nieto. En vez de licenciarla con sentido social y obligaciones de cobertura, se secuestró para una aventura sin destino.
En 2013, los precios de los servicios de telecomunicaciones venían a la baja en México y el mundo. Las empresas de telecomunicaciones perdían ingresos, dejaban de ofrecer servicios, tenían que ser globales para obtener economías de escala y contar con un portafolio de espectro en diversas bandas.
Ante esta realidad nació la nueva empresa, que después se supo sería Altán Redes. Nueve años después de la reforma, analistas, periodistas, amigos y adversarios fuimos obsequiados con la razón. La empresa quebró y perdimos tiempo para abatir la brecha digital.
El ritornelo. La misma melodía: Altan y la Red compartida, pero suena distinto. No voy a tocar reflexiones que mis colegas del análisis público ya abordan. Me enfocaré desde otra mirada. El contexto es distinto.
Hoy, casi todas las empresas de telecomunicaciones enfrentan un momento de oportunidad para invertir. En el sector de Internet fijo: Totalplay, Izzi y Megacable invierten más que el sector telecom en Colombia. AT&T incrementó su base de usuarios, mejora su EBITDA y es el segundo operador de habla hispana más grande en la región. América Móvil genera utilidades, después de años terribles y pérdida de valor en Bolsa por regulación asimétrica, excepto Telmex. Finalmente contamos con Senadores y Diputados de todos los partidos, que comprenden el mundo digital: Cora Pinedo, Jorge Carlos Ramírez Marín, Javier López Casarín, Mauricio Cantú, Beatriz Paredes y Dante Delgado, entre muchos.
Hoy, la infraestructura de Altán es una infraestructura real que habilita derechos fundamentales y economía digital. No se puede tirar a la basura. El Gobierno debe protegerse, proteger al consumidor, el patrimonio público y al sistema de competencia del sector. Sugiero:
El gobierno debe verificar la cifra de 6 millones de supuestos usuarios. Es vox populi que ejecutivos de Altán reportaron, como venta real, la entrega de chips a sus clientes, pero no informaron de las cuentas activas. Cuidado con bonos por ventas ficticias, a cargo del dinero público.
Altán debe entregar al Gobierno, el número correcto de tráfico y distinguir entre ciudades y áreas rurales. Sabemos que cerca del 80% del tráfico se da en zonas con competencia. Si no se distingue, se corre el riesgo de vender por debajo de costo, distorsionar el mercado y generar una escalada de guerra de precios: competencia desleal al sector.
El Gobierno no podrá sólo con la inversión para conectar, necesita como aliado al sector de las telecomunicaciones. Es imperativo el mercado secundario de espectro para la banda de 700 MHz y que se ponga a disposición de los operadores. Debe bajar el precio del espectro y estimular la inversión. En suma, debe liderar junto al IFT, a la industria en su conjunto.
La melodía de un ritornello puede significar lo mismo, o la armonía de una industria unida en lo importante: conectar y transformar México.
Presidente de Digital Policy & Law
Twitter: @fernegretep
