Reforma Jorge F. Negrete P.
Los taxistas de Quintana Roo están en pie de guerra. No sólo enfrentan a las autoridades del Estado y del Municipio de Cancún, enfrentan su presente digital, a la tecnología que no comprenden y su capacidad de transformar nuevos modelos de negocio, beneficiar a los ciudadanos e incluso a ellos mismos. No ven la nueva sociedad digital que ya está aquí y sus oportunidades.
Los taxistas tomaron por asalto Cancún, Tulum y Playa del Carmen. “Uber es ilegal en el Aeropuerto de Cancún, es Zona Federal”, escribieron sobre los cristales de sus vehículos. También enviaron mensajes en contra de DiDi, InDrive y Cabify, pues afirman que no pagan permisos ni impuestos.
El amparo judicial aprobado en los últimos días permite a la plataforma de transporte Uber operar libremente en la zona turística de Quintana Roo, después de cinco años de restricciones. Un amparo a favor de Uber, que le permite operar libremente en el Estado, fue una de las causas del enojo de los taxistas. ¿El efecto? Manifestaciones públicas y actos de violencia contra conductores, autoridades y pasajeros.
Para quienes han ido a Cancún, saben que salir del aeropuerto a cualquier hotel de la zona cercana tiene un costo de 1,500 pesos o 75 dólares, aproximadamente. El desplazamiento entre hotel y hotel tiene un costo de 600 pesos, sin tener la claridad de la tarifa. Salir en la noche implica gastar 1,200 pesos más y el regreso al aeropuerto repite los 1,500 pesos. Es decir, para disfrutar 3 días en Cancún hay que tener en la bolsa y en efectivo entre 5,000 y 6,000 pesos o 300 dólares. Los taxis no aceptan tarjeta de crédito, los autos son de mala calidad y el servicio, pésimo.
Las plataformas de movilidad no son taxis, dinamizan el servicio de transporte y de logística urbana. Gestionan la capacidad de los taxis y, en vez de tenerlos parados en plazas, parques, esquinas y viejos espacios urbanos diseñados para ellos, los tienen en constante movilidad, identificando lugares y hora para usar su capacidad de carga y transporte. Muchos taxis parados en un sitio es una capacidad inútil que desperdicia recursos humanos y tecnológicos. Muchos taxis cobran 3 o cuatro veces más para recuperar el tiempo perdido y volver rentable su ineficiencia.
Cuando tomas un servicio en plataforma de movilidad, ejerces tu derecho fundamental de acceso a Internet para habilitar tu derecho a la movilidad y, con él, tu derecho al trabajo, a la cultura, educación o la salud. Cualquier restricción al ejercicio de este servicio, realizado por una autoridad, viola el ejercicio de los derechos fundamentales de un ciudadano.
Europa regula con prejuicio las plataformas de movilidad, ya que considera que precarizan el trabajo, alejan de la seguridad social a los conductores y generan competencia desleal al sistema tradicional de taxis. Yo creo que:
1. La tecnología digital nace para generar eficiencia e innovación. Todo lo que pueda ser mejorado en las cadenas de valor, modelos de negocio y política pública será mejorado.
2. Todo lo que no sirva o funcione en las cadenas de valor o nuevos modelos de negocio será denunciado por la tecnología digital y desaparecerá.
3. Hay un choque inevitable entre innovación, tecnología digital y viejos modelos jurídicos de una sociedad industrial.
4. Las plataformas de movilidad habilitan el ejercicio de los derechos humanos en el mundo digital, incluido el derecho al libre tránsito.
5. El derecho humano de acceso a Internet habilita el derecho al libre tránsito, que a su vez habilita el de acceso a la cultura, la educación y el empleo.
6. Las plataformas digitales de movilidad combaten el desempleo y la pobreza.
7. Las plataformas digitales de movilidad promueven y dinamizan la economía de barrio.
8. Las plataformas digitales de movilidad dinamizan los sistemas de logística de las ciudades.
9. Las plataformas digitales de movilidad habilitan un estado de bienestar que denomino “bienestar digital”.
La primera revolución digital de nuestra sociedad, ya está aquí.
Presidente de Digital Policy & Law
X: @fernegretep