Costa Rica | Ya es tiempo del 5G

La República Jonathan Prendas

Todos los expertos coinciden en que el desarrollo de la tecnología 5G es una herramienta poderosa para robustecer el avance tecnológico de las naciones, atraer más inversiones, impulsar la reactivación de la economía y cerrar brechas en campos tan variados como el acceso a la educación o al teletrabajo.

Nadie se atrevería a dudar de esta realidad, excepto, por supuesto, el actual gobierno. El Ejecutivo persiste en su obstinada política de no apurar la recuperación del espectro radioeléctrico –hoy en manos del ICE-, aspecto necesario para el despliegue de nuevas tecnologías. Paola Vega, ministra de Ciencia, Tecnología y Telecomunicaciones (Micitt), indicó la semana pasada que le da miedo que Instituto exija una indemnización.

Su temor debería ser que el país quede rezagado en un área tan determinante para su desarrollo. La economía digital, la innovación y la velocidad de nuestras redes nos harán un país más competitivo y próspero, nos pondrán en el mapa de una industria que crece vertiginosamente y ofrece muchísimas posibilidades para hacer negocios.

La inacción en este tema produce pérdidas. De acuerdo con un análisis elaborado por la consultora Blue Note Management el año pasado, para la Superintendencia de Telecomunicaciones (Sutel), al 2024 el país perdería $1.134 millones si no se recuperan las frecuencias ociosas y si no se realizan los concursos para asignar las de 5G.

Todo cuanto se requiere es sentido de urgencia, voluntad y visión clara del futuro; no se ocupan más estudios, porque ya se han hecho suficientes. Se necesita una declaratoria de interés público para acabar con la concentración del espectro en manos de un solo proveedor, en este caso el ICE.

El “Estudio registral de las bandas de frecuencias destinadas para el despliegue de servicios IMT en Costa Rica”, le solicita al Micitt dar este importante paso, pues reitera que existe una situación desbalanceada que afectaría la futura competencia del mercado.

Al país le urge recuperar el espectro. La red 5G va más allá de los teléfonos inteligentes, de descargar juegos, de la mayor capacidad para conectar dispositivos de forma inalámbrica o de tener una mejor latencia (velocidad de la respuesta de la conexión); tiene un enorme impacto en el llamado Internet de las Cosas: Big Data, realidad virtual, robótica, velocidad y la ultra alta definición.

Esto implica el desarrollo de nuevos trabajos, nuevos procesos e incluso nuevos modelos de negocio que nos llevarán hasta la próxima revolución industrial. De hecho, la red 5G transformará no solo el mundo de las telecomunicaciones, sino también la economía y la industria en general.

Todo esto significa mayor dinamismo, impacto en el empleo y en el bienestar de los costarricenses, en una industria que ya le da trabajo de forma directa a más de diez mil costarricenses y que representa un 2,1% del Producto Interno Bruto.

Tenemos que liberarnos de la incertidumbre que actualmente rodea al mercado. La cura contra esa inestabilidad es una hoja de ruta clara y un cronograma de trabajo que nos ayude a todos a conocer, con exactitud, cuándo podremos empezar a disfrutar de los beneficios de esta tecnología mediante la sana competencia y las oportunidades para todos.

Nueva República está comprometida con la conectividad, la tecnología y con la democratización del acceso a las redes. Lo nuestro es la reactivación, y por eso seguiremos solicitando con vehemencia que el gobierno apresure la recuperación del espectro radioeléctrico, para que el país pueda abrirse mejor al mundo y traer desarrollo a toda nuestra gente.