Cómo la web puede ayudar a la lucha contra Covid-19 y violencia de género

En el aniversario 32 de la World Wide Web, la Web Foundation resaltó los casos en que jóvenes han usado la web para ayudar a resolver problemáticas sociales.

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En el marco del cumpleaños número 32 de la World Wide Web, la Web Foundation destacó que “la web puede ayudar a superar algunos de los grandes desafíos de la humanidad”, como el que el mundo atraviesa actualmente con la pandemia de la Covid-19.

La organización enfatizó que la web ―como se conoce al sistema interconectado de páginas accesibles a través de Internet― puede ser una poderosa herramienta para luchar por la justicia, ampliar las oportunidades y encontrar soluciones a problemas urgentes.

A lo largo del último año, desde que la Organización Mundial de la Salud declaró la crisis sanitaria por la enfermedad de SARS-CoV-2, la web se ha puesto a prueba y “ha demostrado ser un salvavidas que nos permite adaptarnos y seguir adelante”.

Por ejemplo, en Uganda, un joven llamado Peter Okwoko usó la web para reunir la información y experiencia que necesitaba para transformar desechos plásticos en equipo de protección personal. Estos materiales eran urgentes para los trabajadores de la salud que se encuentran en la primera línea de atención de la Covid-19.

En el Reino Unido, Hera Hussain construyó Chayn, una red en línea que ha conectado a 380 mil mujeres, personas no binarias y otras personas en riesgo de sufrir abuso o violencia de género. La red de apoyo que tejió no sólo se limitó al país británico, sino también llegó a Pakistán, India y otras partes del mundo.

Sin embargo, aprovechar el potencial de la web enfrenta varios obstáculos: uno de los más importantes es que demasiadas personas no pueden usarla para compartir sus talentos e ideas, porque no cuentan con acceso a Internet, a dispositivos o a una conexión confiable, advirtió la Web Foundation.

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De acuerdo con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, sólo el tercio superior de los menores de 25 años de edad tiene servicio de Internet en el hogar, mientras 2 mil 200 millones no disfrutan de una conexión estable. Además, los jóvenes suelen padecer abusos y estar expuestos a la desinformación o a contenidos peligrosos que pueden desincentivar su uso de la web.

“Cada joven que no puede conectarse representa una oportunidad perdida de nuevas ideas e innovaciones que podrían servir a la humanidad”, señaló la asociación. Por ello, hizo un llamado a que los países reconozcan el acceso a Internet como un derecho básico y a trabajar para que la tecnología sea útil, segura e inclusiva.