El Colombiano – Sebastián Aguirre
El momento que vive la región Caribe en cuanto a la inversión para la estructuración y la ejecución de proyectos de infraestructura de transporte es “histórico”, afirma Héctor Carbonell, director ejecutivo de la Cámara Colombiana de la Infraestructura –CCI– seccional Norte.
La intervención de entidades públicas como el Ministerio del Transporte, el Invías, la Agencia Nacional de Infraestructura –ANI– y la Aerocivil, y de las empresas privadas que se encargan de las concesiones otorgadas en las asociaciones público privadas (APP), ha permitido que se lleven a cabo proyectos que no solo generan conectividad entre los territorios, sino que contribuyen con la reactivación económica del país al crear empleos y cerrar brechas de desigualdad, permitiendo el acceso de sus habitantes a oportunidades de progreso y desarrollo.
“Para nosotros es importante seguir avanzando con todos los actores para fortalecer la infraestructura, entendiendo que esta –vial, aeroportuaria, férrea o fluvial– no solo sirve para conectar un punto con otro, sino para generar desarrollo económico a la región”, sostiene Carbonell.
El director ejecutivo de Fedesarrollo, Luis Fernando Mejía, valora el impacto que tiene la inversión en infraestructura en el crecimiento de las economías locales.
“Un aumento en la inversión en infraestructura de transporte de 0,5 % por año en la próxima década adicionaría 0,8 puntos porcentuales al crecimiento anual. Lo anterior no solo ayuda a impulsar el crecimiento económico, sino que permite generar empleo y unas mejores condiciones de vida para la población”, subraya.PUBLICIDAD
Carbonell, de la CCI seccional Norte, destaca como proyectos clave en el futuro del Caribe las intervenciones viales que se están haciendo para mejorar la conectividad en el corredor portuario de Cartagena a Santa Marta, con tramos en doble calzada que harán más fluida la circulación vehicular y el transporte de carga.
Además, hace énfasis en dos obras fluviales que necesitan “la región y el país”, como son el canal del Dique y la recuperación de la navegabilidad en el río Magdalena, que de acuerdo con los datos de Cormagdalena, una vez rehabilitado permitiría la navegación de barcazas con una carga permanente de unas 7.200 toneladas.
Con el el canal del Dique, el Gobierno busca recuperar los ecosistemas entre Calamar y las ciénagas de Barbacoas y Cartagena, a lo largo de 117 kilómetros.
“Serían muy importantes para la economía nacional ya que generarían una infraestructura de transporte multimodal que conectaría al centro del país con el Caribe, desde Barrancabermeja hasta Barranquilla, con una hidrovía que conectaría con los planes de desarrollo férreo en la región”, sostiene Carbonell.