El pasado 30 de septiembre, la Cámara de diputados de Chile aprobó con 121 votos a favor y cinco abstenciones una enmienda a su Constitución para proteger los “neuroderechos” o derechos del cerebro y la mente, ante manipulaciones que puedan ejercer los avances tecnológicos como la Inteligencia Artificial y la neurociencia.
“Inédita en el mundo: aprobada y lista para ser ley nuestra reforma constitucional que protege los neuroderechos. Estamos felices de que este sea el inicio de una evaluación a nivel planetario de cómo las tecnologías deben ser utilizadas para el bien de la humanidad”, informó en su cuenta de Twitter el senador opositor Guido Girardi, que también fue uno de los principales promotores de la reforma.
La ley aprobada establece que “el desarrollo científico y tecnológico debe estar al servicio de las personas y llevarse a cabo con respeto a la vida y a la integridad física y mental”.
Además, regulará los requisitos y condiciones que deben cumplir las personas para usar la neurotecnología, garantizando el resguardo de la actividad cerebral, así como la información proveniente de ella.
Con los rápidos avances tecnológicos de empresas como Facebook, IBM o Neuralink, que plantean posibles riesgos de alterar o manipular cognitivamente la mente humana, Chile es el primer país que se adelanta en materia de neuroderechos, incluso por delante de Estados Unidos.