Hoy es, indiscutiblemente, el día más importante para la digitalización de los pagos en Colombia: este martes 23 de septiembre arranca operaciones Bre-B, el sistema interoperable de pagos inmediatos desarrollado por el Banco de la República.
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De esta forma, se cierra un proceso de casi tres décadas de innovación financiera en el país sudamericano: no es muy conocido, pero de hecho, Colombia fue el país donde se lanzó el primer producto de pago digital de América Latina: PSE (Pagos Seguros en Línea), en 1997, por parte de ACH-Colombia –ese dato me lo dio Juan Pablo D’Antiochia, gerente General de Worldpay en Latinoamérica, en una entrevista presencial que le hice en la Ciudad de México– y así fue pionero en pagos electrónicos (E-payments), no sólo en la región, sino incluso en todo el continente y el resto del mundo. Ya salió antes que Paypal (1998), Mercado Pago (2003), Alipay (2004) y Klarna (2005), por mencionar sólo algunos ejemplos globales notables.
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Bre-B abreva, no obstante, de una historia de más de 100 años del Banco de la República, desde su fundación en 1923, y el lanzamiento de PSE fue el colofón del efectivo y el cheque, los medios que dominaron el panorama de pagos durante casi todo el siglo XX, y dio simultáneamente el banderazo inicial a toda la innovación financiera y la emergencia de medios de pago electrónico que comenzó, precisamente, a fines de la década de los noventa, continuó durante la primera década del nuevo milenio y se exacerbó a partir de 2017.
Etapa intermedia: billeteras de bancos
La segunda década del nuevo milenio vio el lanzamiento de las wallets privadas en el seno de los mayores bancos de Colombia: Daviplata vio la luz en 2011; mientras que Nequi nació en 2015.
Ambos catalizaron el manejo de dinero y las transacciones financieras de cuenta a cuenta (A2A), no ya a través del soporte web, como PSE, sino desde el móvil, es decir, que facilitó el acceso a servicios financieros y pagos desde el celular, posibilitado por el ascenso de 4G, la tecnología móvil que se esparció a la par.
Estas ‘fintechs’ nacidas al interior de los dos mayores bancos del país: Bancolombia y Davivienda, sentaron las bases, pavimentaron el camino para el ‘boom’ fintech que el país experimentaría en la próxima década. Pese a que fueron sumamente exitosos e hicieron que millones de personas que antes únicamente transaban en efectivo, ahora lo hicieran de manera digital, aún tenían un gran problema, y es que, hasta 2024, no permitían interoperar.
Pese a que, desde enero de 2025, algunos jugadores privados, principalmente Redeban, se anticiparon con las famosas ‘llaves’, y empezaron a permitir las transacciones entre ellos, como una transferencia de Nequi a Daviplata, por ejemplo.
Consenso entre Banrep y SFC sobre auge fintech
Tanto el Banco de la República, el banco central, como la Superintendencia Financiera, el regulador sectorial del país, coinciden en que el ecosistema de tecnología financiera (fintech) colombiano ha crecido exponencialmente desde 2017.
Ambas lo hacen con base en datos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y Finnovista. Según su IV Informe Fintech en América Latina y el Caribe, el ecosistema fintech latinoamericano creció 340% entre 2017 y 2023 o a una tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR) del 28%.
En términos absolutos, el colombiano es el tercer ecosistema fintech de América Latina (después de Brasil y México). No obstante, según compartió este mismo mes el propio superintendente financiero de Colombia, César Ferrari, en términos relativos, creció por encima del ritmo regional, 387% en el mismo periodo a una tasa de crecimiento anual promedio del 30%.
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Además, según el Finnovista Fintech Radar Colombia 2025, durante los últimos cuatro años los ingresos de las fintechs colombianas se triplicaron y se prevé que aún se dupliquen para 2027.
Ahora bien, tal como recoge el propio reporte, pese a que el número de fintechs dedicadas a pagos disminuyó en número, su monto transaccional aumentó año contra año y mantiene una trayectoria ascendente en el próximo bienio.
Según el Reporte de la infraestructura financiera e instrumentos de pago 2025, elaborado por el Banrep, en 2024 se registraron más de 1,500,000 operaciones diarias a través de ACH-Colombia y más de 7,600,000 transacciones con tarjetas de débito y crédito, ambos los sistemas con mayor recurrencia diaria por mucho.
La siguiente etapa: Bre-B
Hoy arranca oficialmente el mecanismo operativo del Banco de la República que habilitará la liquidación de las operaciones del nuevo ecosistema de pagos las 24 horas del día y cualquier día de la semana.
Hoy arranca la fase beta de Bre-B, o una “operación controlada con un grupo acotado de clientes” acordado con la industria financiera que durará dos semanas, hasta el 5 de octubre, para el día siguiente, ahora sí encender el switch y desplegarlo a gran escala a nivel nacional.
Aunado a su magistral marketing (los colombianos son muy buenos para nombrar cosas), el registro previo de Bre-B augura un éxito rotundo del servicio: tan sólo el primer día que estuvo abierto, se registraron cerca de 3 millones de llaves (2,780,524), una cifra superior al número de cuentas que han realizado al menos un pago en CoDi –el antecesor mexicano de Pix, un sistema de pagos con QR desarrollado por el Banco de México (Banxico) sobre la infraestructura del Sistema de Pagos Electrónicos Interbancarios (SPEI) que había desplegado 15 años antes, y que lanzó en 2019, incluso antes que su homólogo brasileño– en seis años de operación en México (2,466,000).
Desde ese día, a través de un botón o zona Bre-B en su app financiera, ya sea de la app de su banco, fintech o wallet, todos los clientes de las 227 entidades financieras participantes del nuevo ecosistema de pagos podrán hacer transacciones inmediatas, gratuitas y con liquidación en tiempo real, todos los días de la semana, a cualquier hora. Por eso, a Bre-B le llaman el ‘Pix colombiano’, ya que busca replicar el éxito rotundo que tuvo Brasil y lo convirtió en el referente global de un sistema de pagos de cuenta a cuenta.