Amazon lanzó a la venta su robot doméstico Astro en el verano de 2021. Lo presentó como un ayudante para el hogar que además incluía funciones de vigilancia. Fue bien recibido por su aspecto bonachón, que recuerda a R2-D2, el simpático androide de la saga galáctica, pero también ha sido criticado por su falta de utilidad: no tiene brazos y, a la práctica, es un asistente de voz Alexa con ruedas y con videocámaras.
La compañía acaba de anunciar una actualización del software del robot que le aportará nuevas funcionalidades. Usará su cámara frontal y la periscópica, que hasta ahora servían para hacer videollamadas e inspeccionar la casa de forma remota, para detectar si hay puertas o ventanas mal cerradas, en cuyo caso avisará al dueño. También prepara otra mejora que le permitirá saber si está en presencia de perros o gatos y grabarles vídeos.
Otra de las novedades que presenta Astro es su integración con los videoporteros inteligentes y videocámaras de vigilancia Ring, muy populares en EE UU. El robot pasaría así a ser una extensión móvil del entramado de vigilancia de Amazon. El usuario puede controlarlo desde la app cuando está fuera de casa para recorrer las distintas estancias y ver qué pasa en ellas. Desde ahora, también realizará esas tareas por sí mismo. Esa función la cubría ya Always Home Cam, una cámara-dron disponible solo en EE UU que se desplaza por el hogar en rutas predefinidas. Pero es más amable toparse con un pequeño robot de grandes ojos redondos que con una cámara voladora.
Según Amazon, miles de pequeñas empresas están apostando por Ring para proteger sus negocios. “Creemos que puede ser un buen caso de uso para Astro”, lee un blog corporativo la compañía, que ha decidido integrar ambos productos. “Si la alarma de Ring falla, Astro irá inmediatamente a investigar qué ha sucedido, mientras que agentes profesionales usarán sus cámaras para ver en tiempo real qué está pasando”.
Los directivos de la tecnológica siguen viendo en Astro un producto estratégico para el futuro de la compañía. “Astro es nuestro primer robot, no nuestro último robot”, dijo recientemente Ken Washington, director general de Amazon Consumer Robotics, en una presentación de productos y servicios de la compañía. El fundador y antiguo CEO de la multinacional, Jeff Bezos, fue uno de los impulsores del proyecto Astro. Tenía claro que los robots domésticos se impondrán tarde o temprano en los hogares y quería que su empresa abriese camino y estuviese preparada para cuando la opinión pública pase a considerar a los androides como un objeto de consumo más.
En su presentación, hace ahora un año, se esbozaron las cualidades de este pequeño ingenio de tres ruedas y el tamaño de una bola de bolos. Cuenta con un sistema de visión artificial que le permite saber dónde está y vigilar las distintas estancias gracias a sus cámaras. Puede reproducir música, seguir al usuario por la casa mientras muestra una videollamada en su pantalla, hacer una llamada de emergencia en caso de necesidad y atender a instrucciones orales, igual que el asistente de voz Alexa. También puede llevar cervezas de un lado al otro, una característica promocionada por la propia empresa y que ha causado mofa en las redes sociales, ya que puede transportarlas, pero no tiene cómo cogerlas.
Salió a la venta por 999 dólares (unos 1.014 euros al cambio actual) y ahora cuesta 1.450 dólares (unos 1.470 euros). Solo se puede adquirir por invitación. “El criterio para emitir las invitaciones es que, en esta fase, estamos buscando clientes que puedan ayudar a dar forma a la experiencia y proporcionar comentarios sobre las características disponibles”, explican fuentes de la compañía, que declinan comentar si hay planes para vender el producto en España.
Algunos usuarios creen que el diseño y funcionamiento de Astro es mejorable. Hay veces que no es capaz de localizar su estación de recarga, a la que acude por sí mismo cuando tiene poca batería; se queda atascado cuando se acerca a unas escaleras y su manejo a través de la app en ocasiones es lento, según reporta Bloomberg.
Presencia omnisciente en casa
Amazon ve a su robot como un elemento más en su forma de entender la domótica: quieren ser capaces de anticipar las necesidades de los usuarios. “A día de hoy tienes que pedir las cosas”, dijo Washington en la presentación corporativa. “Pero muchas de esas peticiones están empezando a desvanecerse porque la inteligencia artificial se está volviendo lo suficientemente buena como para predecir lo que queremos”, añadió.
Astro encaja también dentro del puzle que Amazon está armando para tener un conocimiento lo más completo posible de qué sucede en los hogares. El despliegue de fichas comenzó con el lanzamiento de los altavoces Echo, donde se aloja el asistente de voz Alexa. Esos son los oídos de Amazon en las casas: el micrófono que llevan incorporado está siempre encendido para poder detectar la orden de activación. Es capaz de distinguir ronquidos y tosidos, lo que aporta información sobre salud, y de detectar la presencia de personas por ultrasonidos.
Otros dispositivos de consumo, como los libros electrónicos Kindle, los dispositivos de televisión conectada Fire TV y Omni TV, además de su plataforma de streaming Prime, aportan datos sobre los gustos del usuario, intereses políticos o frecuencia y velocidad a la que lee. La compañía también comercializa, entre otros, luces inteligentes que se activan a través de Alexa, lo que aporta datos sobre consumo energético y hábitos diarios, y Halo, una pulsera inteligente con varios sensores y un micrófono que monitoriza magnitudes como actividad y movimiento, frecuencia cardiaca, peso, patrones de sueño, estimaciones de peso y de consumo alimenticio o tono de voz. Dos de cada tres estadounidenses que compran en Amazon tienen al menos uno de sus aparatos inteligentes, según la consultora Consumer Intelligence Research Partners.
Con la adquisición de Ring en 2018, disponible en el mercado español, la tecnológica adquirió sus videoporteros y cámaras asociadas, sus ojos para ver quién entra en casa y qué sucede dentro. Según publicó Politico, Amazon entregó a la policía imágenes de sus timbres inteligentes sin el consentimiento de sus dueños al menos 11 veces en lo que va de año. Desde la compañía aseguran que ese tipo de acuerdos forma parte del pasado.
Este verano, Amazon anunció un acuerdo para hacerse con iRobot, la empresa que fabrica las aspiradoras automáticas Roomba, lo que entre otras cosas le aportará los mapas digitalizados de los hogares que trazan estos aparatos cada vez que salen a limpiar.
El robot Astro complementa a Echo y Ring, pero aportando dinamismo: las cámaras y altavoces se pueden mover por la casa, ya sea en recorridos programados o controlados remotamente. No ha conseguido todavía convertirse en un objeto cotidiano, como sí lo son las aspiradoras Roomba.