Salvador de Bahía, Brasil.- 5G es un activo estratégico para la competitividad de los países de América Latina, por su poder de transformar las comunicaciones y al sector productivo, pero la región tiene aún grandes desafíos para aprovechar al máximo la tecnología: la sostenibilidad de los operadores, las barreras regulatorias y de despliegue, así como el financiamiento. Estos temas se abordaron en el panel “Vista panorámica: el despliegue en curso de 5G”, en el segundo día del ICT-LAC Summit.
Cristiana Camarate, superintendenta de Relaciones con el Consumidor de la Agencia Nacional de Telecomunicaciones de Brasil, destacó el avance de las obligaciones de los operadores por la subasta 5G de 2021: “Hoy tenemos 770 municipios con 5G en actividades, con una velocidad promedio de 300 Mbps y eso impacta en 35 millones de personas”.
Patricia Falconi Castillo, directora Ejecutiva de la Asociación de Empresas de Telecomunicaciones del Ecuador (Asetel), dijo que si bien el país aún no inició un proceso de subasta 5G, lo ve como una oportunidad para aprender de las mejores prácticas regionales “y avanzar lo más rápido posible”. Asimismo, destacó que se debe ver la asignación de espectro no como una recaudación, sino como un beneficio para la sociedad.
Dijo que Ecuador aún se encuentra en un proceso de renovación de licencias que se ha dilatado: “Tenemos que identificar hacia dónde tenemos que orientar los esfuerzos público-privados, y la renovación de licencias, para dar certidumbre”.
En este sentido, Carlos Escobar, director de Políticas de Telecomunicaciones y Correos del Ministerio de Telecomunicaciones y Sociedad de la Información de Ecuador, señaló que desde la cartera buscan actualizar el marco normativo de despliegue de infraestructura.
Un país que sí avanzó en 5G pero presenta desafíos en el despliegue es Colombia. Samuel Hoyos, presidente de Asomóvil, alertó que los despliegues en el país están en peligro por la caída del ARPU de los operadores, el costo del espectro y el posible aumento de las contribuciones por parte de los operadores (el gobierno planea elevar el aporte de los operadores al 2% de los ingresos).
“Hago un llamado a las autoridades para que reconozcan esta situación, si quieren conectar a los desconectados no pueden aumentar las contribuciones de la industria, es una amenaza que compromete seriamente la posibilidad de que se pueda hacer un buen despliegue 5G”, afirmó.
Manuel Reyes Valdés, gerente de Regulación de Frecuencias de la Superintendencia de Telecomunicaciones de Guatemala (SIT), resaltó las últimas dos subastas de espectro que realizó el país, la de la banda de 700 MHz y la de 2.5 GHz. Recalcó que ambos procesos recaudaron 177 millones de dólares, de los cuales el 75 por ciento se destinó al Plan Nacional de Conectividad Digital, cuya prioridad es la conectividad del sector salud, educación y seguridad ciudadana.
María Fernanda Quiñones, presidenta de la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico, mencionó que el 5G permite acelerar la llegada del comercio electrónico y que se requiere una articulación público-privada en temas de subsidio a las terminales.
En un keynote sobre la implementación 5G, Óscar León, secretario General de CITEL, resaltó los retos del despliegue 5G en la región: infraestructura limitada; desafíos regulatorios como la asignación del espectro e interoperabilidad entre redes y estándares; alto costo de la implementación de redes 5G; necesidades de financiamiento público y privado; brecha digitales entre países y dentro de los países, entre otros.
En la apertura del segundo día, Agostinho Linhares, director Ejecutivo de IPE Digital, destacó por qué Brasil es una región oportuna para la inversión en data centers: la enorme extensión y la larga costa.
“América Latina tiene el potencial de beneficiarse de la transformación digital y no podemos permitir que nuestra región se quede atrás y sea un espectador”, afirmó.