Alfonso Jiménez Lara es director de Estrategia y Marketing de Huawei Cloud para América Latina; es un experto con más de 30 años de experiencia en la industria de Tecnología de la Información. En esta ocasión acudimos a él para que nos hablara de la evolución de la infraestructura y servicios de Cloud y de cómo esta tecnología puede ayudar a acelerar el proceso de transformación digital de empresas y gobiernos.
La nube no es un concepto ajeno. Cada vez más servicios se encuentran hospedados en ella, pero la pandemia de Covid-19 obligó a las organizaciones a adoptarla para ofrecer sus servicios a los clientes.
En esta entrevista, Alfonso Jiménez profundiza en los beneficios de Cloud pero con una advertencia: los procesos de transformación y de digitalización de América Latina no son opcionales.
¿Cuál es el estado actual del mercado de Cloud en América Latina?
En los últimos años la nube ha formado parte no sólo de la estrategia de los procesos de transformación digital sino también para habilitar nuevos servicios en la región. Esta tecnología no es propia de alguna industria sino que es transversal.
América Latina ha tenido una aceleración en la implementación de Cloud y la pandemia lo ha acelerado aún más. Aquellas estrategias que se tenían pensadas para los próximos años se han acelerado desde 2020. La forma como debemos acercarnos al cliente, cubrir sus requerimientos, escucharlo, conocerlo mejor y desarrollar la experiencia de cliente se han acelerado.
En el caso de la educación, ésta se ha democratizado en los últimos nueve meses de pandemia. Desde marzo de 2020, cuando la UNESCO identificó a mil 400 millones de estudiantes recibiendo clases en casa, se tuvieron que habilitar sistemas de aprendizaje a distancia con conectividad, seguridad, exámenes en línea, evaluación, inscripciones, entre otros.
Una de las ventajas es que el aprovisionamiento de Cloud le permite a las empresas tener una rápida implementación a un costo y tiempos muy atractivos y reducción de riesgos.
Entre más rápido una industria adopta Cloud más rápido podrá responder a las necesidades de los clientes. La tecnología ha dejado de ser una caja cerrada como lo fue durante muchas décadas, cuando requerías ingenieros especializados con conocimientos técnicos muy amplios para operarla. Ahora está al alcance de las líneas de negocio y no necesitas ser un gran corporativo para adoptarla, puedes ser una empresa mediana, familiar, una startup o una pequeña escuela.
¿Cuál ha sido el papel de Cloud en los procesos de digitalización de la región?
Se puede abordar desde tres aristas.
Si lo analizamos desde el punto de vista financiero, el retorno sobre la inversión juega un papel fundamental. Las ventajas de tiempo cuando las empresas y organizaciones empiezan a obtener los beneficios resulta muy rápido, a diferencia de invertir miles o hasta millones de dólares en grandes arquitecturas. El servicio ya existe y está prácticamente a un par de clicks de distancia. Sólo falta configurar el servicio de tu industria con las capacidades requeridas para realizar un aprovisionamiento en pocas horas.
En cuanto al costo total de propiedad, no tienes que mantener esos grandes tonelajes de infraestructura. Cloud está lista para ser aprovechada. El beneficio es de principio a fin.
Contamos con centros de datos en México, Chile y Brasil y puntos de presencia en Argentina y Perú.
Y la tercera arista es el valor. Podemos habilitar tecnologías para la transformación digital como Big Data o Inteligencia Artificial (AI) que difícilmente formaban parte de la agenda de una infraestructura en sitio. El nivel de especialización que requería podía llevar años. Ahora con Cloud puedes habilitar servicios en un fin de semana para hacer pruebas piloto o casos de uso que puedan arrancar el próximo mes o trimestre.
¿Cuál es el papel de Huawei en el mercado y qué posición ocupan en la cadena de valor?
Trabajamos del brazo con colaboradores de negocios, no sólo tecnológico, en toda la región latinoamericana. Uno de los diferenciadores clave es la localidad que tenemos en la región. Contamos con centros de datos en México, Chile y Brasil y puntos de presencia en Argentina y Perú, donde la micro latencia permite entregarle al cliente el servicio de Cloud en el mismo país, con soporte técnico y acompañamiento en su idioma y huso horario.
Otro de los puntos muy interesantes es que en términos de gobernanza de datos, el dato se queda en el país. Lo anterior es de suma importancia por temas financieros, transacciones gubernamentales, registro de personas e impuestos. Este es un gran diferencial que tenemos en Huawei.
¿Cuáles son los centros de datos locales que cuentan en la región y cuál es la importancia en la entrega del servicio?
Tenemos un centro de datos en México y en Brasil. En agosto de 2019 inauguramos el primer centro de datos de nube pública en Chile y ya anunciamos el segundo centro de datos en el país. También tenemos puntos de presencia en Perú, Argentina y también cobertura con soporte para Colombia y Centroamérica, todos ellos aportando una micro latencia a nivel local en cada uno de los países para tener la cobertura regional.
¿Qué tipo de servicios pueden aprovechar esta infraestructura?
A nivel regional se atienden áreas financieras, seguros, seguridad, sectores que requieren cumplir con soberanía de datos, tienen requerimientos en velocidad de comunicación y tiempos de respuesta, facturación con timbrado local o transferencias de pagos electrónicos.
Por otro lado, cumplimos con diferentes normas regionales y certificaciones que permiten entregar esos servicios al cliente.
Otro punto fundamental es que más de la mitad de la región requiere gestión de riesgo. México y Chile son susceptibles de terremotos, por lo que se requieren servicios como continuidad de negocio, alta disponibilidad o Disaster Recovery as a Service que permiten asegurar la continuidad de negocios.
¿Cómo se compara América Latina respecto de otras regiones en cuanto a la adopción de Cloud?
Cloud en América Latina ha tenido un proceso de adopción muy rápido de todas las industrias, no sólo en la iniciativa privada, también en el sector gobierno y la academia. Incluso aquellas (escuelas) que estaban rezagadas, les llegó la pandemia y tuvieron que adoptar la nube para retener a sus alumnos.
En términos de gobernanza de datos, el dato se queda en el país.
La transformación digital involucra tres pilares: personas, procesos y sistemas. Los sistemas no se crean solos, el código fuente no se escribe sólo, los sistemas no se configuran solos, los procesos tampoco se escriben solos; las personas definimos los procesos, los ponemos en nuestra industria y es entonces cuando sistematizamos gran parte de ellos.
¿Cuáles son las lecciones aprendidas a partir de la pandemia?
Una de las lecciones que nos dejó la pandemia a nivel tecnológico y de tecnologías emergentes es que cada empresa y organización, de todo tamaño, tiene que acelerar su transformación digital. En la medida en que sean innovadoras y lleven a cabo la actualización tecnológica, los clientes verán ese diferencial, ese valor que todos buscamos del otro lado de la pantalla en servicio, contenido, rapidez, eficacia, precio, soporte de venta, garantía, etcétera.
¿Cómo reaccionó la infraestructura de Cloud ante la pandemia? ¿Estaba preparada para el crecimiento de tráfico y la habilitación de nuevos servicios en grandes cantidades?
No esperábamos una pandemia para que se acelerara. Nadie la tenía presupuestada. Se reaccionó muy rápido. Pero ya estábamos evaluando tecnologías y formas diferentes e innovadoras de hacer mejor las cosas.
En el caso de la educación, ese contenido que antes entregaban las universidades fuera de línea, en un aula, se tuvo que realizar en muy pocas horas de forma digital. Tenemos clientes en la iniciativa privada que ofrecen nuestra nube para 35 mil alumnos, con cientos de clases, laboratorios, profesores y recursos bajo demanda.
Otro tema importante es la seguridad. Estar frente a una cámara y habilitar el área de trabajo digital se transformó en una necesidad que todas las empresas tienen que administrar. Estamos en videoconferencias o compartiendo información confidencial que debe estar blindada, ya sea de manera local o con un centro de datos en cumplimiento de la norma que exige el gobierno.
¿Qué herramientas ofrecen a través de la plataforma para la habilitación acelerada de nuevos servicios digitales?
En la Infraestructura como Servicio encontramos desde servidores sobre demanda, memoria sobre demanda, conectividad, disaster recovery o respaldo como servicio. Toda esta infraestructura es parte del habilitamiento y aprovisionamiento que en muy pocos clics y minutos las empresas pueden adoptar de manera local.
Otro de los servicios que cada vez más empresas están llevando como Core es la Inteligencia Artificial (IA). Hace unos años en América Latina los pocos proyectos de implementación de IA lo hacían sin tocar el Core.
Por ejemplo, en logística había algunas implementaciones o pruebas de concepto en reportes o analítica predictiva. Pero hoy ya se implementa para evaluar capacidad sobre demanda, distribución, rutas, evaluación del cliente, hábitos de consumo, desarrollar la experiencia del cliente, políticas de descuentos y precios.
En 2018 a nivel global cerramos con un volumen de 4.5 zettabytes de información y en 2020 fue de 10 zettabytes, sobre todo en datos no estructurados. En 2025 la cifra será de 210 zettabytes de información. La IA va a convertir todos estos datos en el factor de diferenciación con el cliente.
¿Qué recomendaciones puedes compartir para empresas que inician su proceso de transformación digital y buscan adoptar servicios Cloud?
La primera recomendación es ir más allá de la forma tradicional de evaluar la nueva tecnología a través de las áreas de sistemas. Hay que incluir todas las áreas y líneas de negocio, debido a que cada una tiene diferentes requerimientos y son las que dan el valor de diferenciación en el mercado.
Hay que evaluar cómo transformar la forma como el negocio operaba a finales de 2019, cómo la industria se ha transformado y por qué los clientes siguen conmigo o por qué me dejaron.
Los procesos de transformación y de digitalización de América Latina no son opcionales. Si no inicias un proceso de transformación, de repensar la forma como trabajamos, atendemos a nuestros clientes, el mercado y no nos atrevernos a borrar el pizarrón de esas viejas prácticas y paradigmas que muchas veces nos tienen cegados y buscar nuevas formas de hacer las cosas, probablemente la continuidad en el mercado se puede ver afectada o inclusive amenazada.
El planeta pasó de la globalización a la digitalización en muy poco tiempo. La tecnología está disponible. La conectividad con un ancho de banda y una micro latencia sin precedentes está a la vuelta de la esquina. Podemos aprovisionar tecnologías en pro y en beneficio de las unidades de negocio.