Inteligencia Artificial no es la panacea en ciberseguridad: Scitum 

Marcos Polanco, director ejecutivo de Gobierno Corporativo y CISO de Scitum Telmex, compartió su visión sobre el panorama de los ciberataques para 2026.

La Inteligencia Artificial (IA) no debe ser vista como la panacea cuando se habla de ciberseguridad, aseguró Marcos Polanco, director ejecutivo de Gobierno Corporativo y CISO de Scitum Telmex, en entrevista con DPL News. 

Polanco compartió su visión sobre el panorama de los ciberataques, el rol de la IA y las tendencias para 2026.

“La Inteligencia Artificial ayuda, pero no es la panacea”, aseveró el ejecutivo de Telmex. 

Polanco destacó la importancia de la Inteligencia Artificial en el campo de la defensa. Si bien aclaró que no es la panacea y que no se puede poner el tema en piloto automático, su valor reside en facilitar la operación y mejorar la efectividad de los analistas de ciberseguridad.

Dijo que la IA ayuda en tareas repetitivas, consolida múltiples fuentes de inteligencia, entiende mejor el contexto de los eventos y ofrece cursos de acción. Por ello, la meta es aprovechar las tecnologías de automatización y la IA para optimizar la capacidad de detección y respuesta.

El experto explicó que en el caso de los cibercriminales, éstos están utilizando la IA principalmente para generar ataques de phishing más sofisticados y videos deepfakes. Además, se proyecta que su uso se extienda a la generación de código malicioso.

El especialista de Scitum Telmex subrayó que, aunque la IA facilita la operación, la automatización completa del ciclo de respuesta aún se ve lejana debido a los posibles impactos no previstos.

Tendencias de ataque para 2026

De cara al cierre del año y las proyecciones para el siguiente, Marcos Polanco señaló que ataques tradicionales como el ransomware y el phishing continuarán, pero identificó dos tendencias críticas que están ganando actividad y que seguramente serán más relevantes en 2026.

La primera es que los atacantes están utilizando cada vez más herramientas que son comunes y legítimas dentro de los entornos de TI de las empresas. Esto hace que sea extremadamente difícil distinguir si el uso de la herramienta es válido o si está siendo explotado por un atacante, dificultando la detección.

Y la segunda es la explotación de APIs con la interconexión de múltiples aplicaciones, pues el experto señaló que se ha visto un incremento en la explotación de estas interfaces para cometer principalmente casos de fraude. La problemática radica en que estas interconexiones no siempre están siendo monitoreadas y aseguradas adecuadamente, aseguró. 

Polanco concluyó insistiendo en la necesidad de que todas las organizaciones, independientemente de su complejidad, aborden la ciberseguridad como un tema de negocio y se enfoquen en la colaboración entre gobierno, iniciativa privada y la academia para generar una estrategia de protección más robusta.