Si bien la pandemia aceleró el proceso de transformación digital en el ámbito educativo, ya que de una semana a otra, sin aviso previo, docentes y alumnos pasaron de las aulas físicas a las aulas virtuales a través de plataformas de video online; así como las computadoras reemplazaron a los libros, la pantalla compartida reemplazó a las pizarras y las aplicaciones de mensajería reemplazaron el patio de recreo. Para las escuelas que optaron por el camino online se abrió una brecha de nuevos desafíos relacionados con la privacidad, las filtraciones de datos y los ataques informáticos.
Cómo se presentan las ciberamenazas
La educación en línea es una de las tendencias que llegó para quedarse, incluso después que las clases regresaron a las aulas convencionales, por esa razón, ESET, compañía especializada en detección proactiva de amenazas, advierte que cada escuela se expone a riesgos, ya que disponen de datos confidenciales, como nombres, direcciones y detalles de pago de alumnos y de quienes trabajan en ellas.
Las amenazas vienen en diferentes formatos y pueden provenir de cualquier lugar:
• Cibercriminales: los ataques automatizados serán el escenario más común y la principal amenaza. Los cibercriminales pueden enviar correos electrónicos de phishing que parecen ser correos legítimos, para intentar que algún miembro del personal de la escuela haga clic en un enlace y, dé acceso a los sistemas de la escuela y a datos personales; para luego robar cuentas bancarias, cometer fraude o incluso vender los datos.
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