Un grupo de científicos determinó que, en caso de no tomarse medidas contundentes, la basura electrónica asociada a la Inteligencia Artificial generativa, se multiplicará por mil hasta el año 2030, para alcanzar entre 1,2 y 5 millones de toneladas. Los resultados se publicaron en la revista Nature Computational Science.
“Soy bastante optimista respecto a la posibilidad de impulsar estrategias de economía circular entre los principales actores implicados en la IA generativa”, aseguró uno de los autores del estudio, Peng Wang, adscrito al Instituto de Medio Ambiente Urbano de la Academia China de las Ciencias.