Un año de Lula: el sector TIC de Brasil evalúa el progreso de sus promesas

Un año después de que los brasileños eligieron a Lula da Silva para su tercer mandato presidencial en una reñida competencia contra Jair Bolsonaro, las principales figuras del sector de Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) hacen evaluaciones positivas sobre el avance de sus promesas de campaña.

Entre las propuestas se encontraban: garantizar la conectividad de calidad en todo el territorio nacional, crear una nueva legislación con mejores condiciones para los trabajadores de aplicaciones, restablecer los fondos y agencias públicas para fomentar la ciencia, tecnología e innovación, y reindustrializar el país a través de una “reforma tributaria solidaria, justa y sostenible”.

PAC y la conectividad

Marcos Ferrari, presidente de Conexis Brasil Digital, declara que la asociación “ve avances significativos en el último año, especialmente en lo que respecta a que el gobierno considera la conectividad y la inclusión digital como elementos esenciales para el desarrollo económico”. En este sentido, mencionó específicamente el eje de Inclusión Digital y Conectividad en el nuevo Programa de Aceleración del Crecimiento (PAC), lo que indica que “las políticas de expansión de la conectividad son una prioridad para el gobierno”.

El nuevo PAC, rescatado de su segundo mandato en 2007, ahora destina casi 28 mil millones de reales para el fomento de la conectividad y la tecnología. De esta cantidad, 18 mil millones se destinan exclusivamente a la ampliación de las redes móviles 4G y 5G. Cuando se creó el programa, se aumentaron las becas de maestría y doctorado, y también se llevó a cabo la subasta del 3G.

A lo largo de este año, el sector ha seguido una serie de políticas públicas desarrolladas por el Ministerio de Comunicaciones, orientadas a la conectividad en las escuelas y en las regiones de difícil acceso, y la distribución de kits gratuitos para la señal de televisión digital a familias de bajos ingresos.

La tecnología 5G, por su parte, ha superado las metas de obligaciones para el año y actualmente llega a 10 millones de personas. “Otro punto importante es que el gobierno ha avanzado en la política de utilización de los recursos del Fondo de Universalización de los Servicios de Telecomunicaciones (FUST). Por primera vez en la historia, el sector podrá utilizar los recursos del fondo para implementar políticas de conectividad y llevar la banda ancha y el desarrollo digital a zonas remotas”, señaló Ferrari.

Regulación del trabajo por aplicaciones

Después de una gran movilización por parte de los trabajadores de reparto y transporte de personas, debido a la creciente precarización de sus empleos, Lula prometió una solución. El Grupo de Trabajo Tripartito (GTT), con casi 50 participantes, discutió cuestiones como el salario mínimo, la seguridad social, la salud, la seguridad, la transparencia de los algoritmos y la jornada laboral, pero no llegó a un consenso y sólo se centró en el debate sobre la remuneración básica de los trabajadores.

Las partes acordaron que el salario mínimo debería basarse en las horas efectivamente trabajadas, pero los repartidores argumentan que debería calcularse en función del tiempo “conectados” en las aplicaciones.

La Amobitec (Asociación Brasileña de Movilidad y Tecnología), que representa a aplicaciones como Uber, iFood, Amazon y 99, y que participó en el GTT, declaró que ve avances, incluido el reconocimiento de la necesidad de nuevas formas de regulación, y apoyan la fijación de un valor mínimo por hora de trabajo y la integración de los trabajadores en el sistema de seguridad social.

“La asociación sigue interesada en colaborar en la construcción de un modelo regulatorio que amplíe la protección social de los profesionales y garantice un ecosistema equilibrado para los repartidores, conductores, usuarios y aplicaciones”, concluyó. A pesar de los numerosos diálogos y la falta de consenso, el Ministerio del Trabajo y Empleo (MTE) ya tiene un proyecto de ley que se presentará al presidente la próxima semana.

Metas de reindustrialización

En julio, el Consejo Nacional de Desarrollo Industrial (CNDI) logró establecer las directrices para una nueva política industrial que prevé la reindustrialización total del país para el final del mandato de Lula, con una inversión de 106 mil millones de reales.

Las directrices establecen objetivos que favorecen la expansión de las infraestructuras digitales locales, con un enfoque en la conectividad 5G y redes privadas. La ABDIB (Asociación Brasileña de Infraestructura y de Industrias Básicas) y la ABID (Agencia Brasileña de Desarrollo Industrial) fueron consultadas para comentar sobre sus percepciones, pero no pudieron responder antes del cierre del informe.

Reforma tributaria

A pesar de aumentar las cargas para algunos sectores, como el de Tecnologías de la Información (TI), la reforma tributaria busca simplificar los impuestos y atraer inversiones en beneficio de la economía del país. “El sector entiende que hay ajustes importantes que deben realizarse en la propuesta, pero el avance del tema es muy positivo. La simplificación y la reducción de la carga tributaria son esenciales para que cada vez más brasileños estén conectados y para el avance de la economía digital”, defiende Marcos Ferrari.

Para contentar a todos, el Senado Federal incluyó en el texto un impuesto diferenciado que aún se estudiará, especialmente para las telecomunicaciones. Sin embargo, la propuesta aún debe someterse a votación en primera y segunda vuelta, y, para entrar en vigor, debe ser aprobada en su totalidad por la Cámara y el Senado.

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies