Tesla en México: enormes retos

Reforma Enrique Dussel

Durante el “Investor Day 2023” el 1.3.2023 de Tesla, la empresa anunció su nueva gigafactory en Santa Catarina, Nuevo León: con una inversión inicial de 5,000 millones de dólares y alrededor de 7,000 empleos fabricaría un nuevo modelo más barato que los actuales. La reacción de los mercados en Wall Street al día siguiente fue contundente y las acciones de Tesla llegaron a caer hasta en 6.8% ante la falta de información sobre el nuevo modelo y la planta en México. Funcionarios mexicanos, posteriormente, dieron información “adicional”: las inversiones pudieran alcanzar hasta 10,000 millones de dólares, se crearían hasta 35,000 empleos directos e indirectos ante una posible producción de hasta un millón de unidades y la proveeduría mexicana pudiera crecer hasta en 450%.

Más allá de la sobria presentación de Tesla y las posteriores cifras alegres, al menos dos aspectos son relevantes.

Por un lado, México se suma a la estrategia global de la producción de autos eléctricos (AE) de Tesla, que cuenta con plantas en Austin, Freemont, Nevada, Shanghai y Berlín. Las plantas de Tesla cuentan con una línea de producción integral y circular -altamente robotizadas y que permiten la reutilización de baterías- que incluyen la totalidad de los insumos requeridos para la fabricación de un AE: de la fabricación de celdas y las baterías eléctricas a la fundición, plásticos, estampado, pintura y manejo. La planta en Santa Catarina que pudiera abarcar entre 600-1,200 hectáreas requerirá entonces de significativos insumos de autopartes y proveeduría en general; por el momento se han detectado 127 proveedores de Tesla para su planta en Austin en México. Tesla buscaría producir en el mediano plazo alrededor de 20 millones de AE y reducir sus precios con su planta en México, también ante la creciente competencia de empresas chinas, BMW y Volkswagen, entre otras.

Un segundo aspecto es crítico para comprender la integración de Tesla en la cadena global de valor de autopartes-automotriz (CGVAA) en México. Con la industria maquiladora de exportación, desde los 1960s y hasta hoy en día, la manufactura mexicana ha destacado por masivos procesos de importación para su exportación, es decir, una orientación exportadora con base en la importación de partes y componentes y se caracterizan por no gravar aranceles y mínimos pagos de IVA e ISR; estos procesos se benefician de fuerza de trabajo barata con respecto a otros países (particularmente en comparación con Estados Unidos), aunque en muchos casos remuneran sueldos reales muy por encima de la media local, regional y nacional. La orientación exportadora de México -el coeficiente de exportaciones de bienes y servicios con respecto al PIB aumentó de niveles inferiores al 15% en los 1980s al 41.05% en 2021- en México tiene como contraparte un altísimo coeficiente de importación de bienes y servicios sobre el PIB, de 42.56% en 2021. El éxito exportador de México se caracteriza por procesos de bajo valor agregado como resultado de masivas importaciones y resultantes bajos niveles de investigación y desarrollo. El INEGI publica sobre el Valor Agregado de las Empresas de Exportación de la Manufactura Global (VAEMG), destacando: a. cuenta con 2.4 millones de empleos y la CGVAA con el 24.09% del empleo total de la VAEMG en 2021; el segmento automotriz apenas representa el 4.71% y el de autopartes 19.39% en 2021, b. el VAEMG de la CGVAA es superior al de la manufactura, pero particularmente en su segmento automotriz, del 39.76% en 2021 (y del 33.48% en 2003); para su principal proveedor, el segmento autopartero, el coeficiente apenas fue de 17.14% en 2021 (y del 10.26% en 2003).

Lo anterior implica que el motor exportador de la economía mexicana, la CGVAA, requiere de enormes insumos importados y particularmente en su segmento de autopartes. Los retos serán incluso superiores para nuevas plantas y tecnologías como las de Tesla, con un reducido número de empresas existentes en México. Las empresas, organismos empresariales y el sector público a sus tres niveles debieran estar preparándose inmediatamente ante los anuncios de Tesla, ¿será?

Profesor del Posgrado en Economía y Coordinador del Centro de Estudios China-México de la UNAM

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