Los organizadores de eventos, espectáculos y conciertos en vivo al aire libre podrán solicitar una autorizacion para el uso compartido del espectro de Frecuencia Modulada (FM) y transmitir el audio directamente en la radio de los vehículos asistentes.
Alejandro Navarrete, titular de la Unidad de Espectro Radioeléctrico del Instituto IFT, se refirió a la consulta pública que está en curso sobre la compartición de espectro radioeléctrico en radiodifusión.
Explicó que específicamente se trata de un proyecto para que empresas dedicadas a conciertos, autocinemas y otros espectáculos puedan utilizar una porción del espectro de la Frecuencia Modulada (FM) y transmitir audio al receptor de los automóviles que acudan a dichos eventos.
Debido a la pandemia por Covid-19, empresarios de espectáculos masivos han comenzado a explorar la opción de llevarlos a cabo en lugares abiertos donde los asistentes puedan permanecer en sus automóviles, por lo que buscan que el sonido del concierto, película u obra de teatro se transmita directamente a las radios de los coches.
Por ejemplo, Autocinema Coyote en la Ciudad de México transmite el audio de las películas a los estéreos de los coches; sin embargo, es una situación que no había estado regulada por parte del IFT.
Y aunque Navarrete no especificó si ellos se acercaron a solicitar permisos, explicó que “hay interesados” por parte de quienes realizan este tipo de espectáculos para regularizar la situación.
Alejandro Navarrete explicó que técnicamente es una situación viable. Puesto que se trata de espectáculos que usarían el espectro de forma limitada, no es necesario que se conviertan en concesionarios a través de una licitación.
Además, por lo menos en la Ciudad de México el espectro de Frecuencia Modulada ya está saturado, aunque el uso temporal por los espectáculos no interferiría.
“Nosotros estamos poniendo parámetros máximos de uso, son 0.5 watts de potencia de transmisión y una altura máxima de la antena de cinco metros, estos cálculos nos dan un alcance de no más de 600 metros, por eso debe ser una autorización (no una concesión).
“Va a depender de las coordenadas geográficas específicas de donde se instale el evento para hacer el estudio técnico y asignar la frecuencia adecuada para no causar interferencia a otros servicios”, detalló Navarrete.