La infraestructura avanza, pero el servicio no llega: Rocío Villanueva alerta sobre la brecha digital rural en México

La expansión de infraestructura en las zonas rurales de México no ha sido suficiente para garantizar la inclusión digital. Aunque las torres de telecomunicaciones se despliegan con rapidez, los operadores tardan meses, incluso un año, en ofrecer servicios a las comunidades, advirtió Rocío Villanueva, presidenta de la Asociación Mexicana de Operadores Móviles Virtuales (AMOMVAC) y directora ejecutiva de Mujer Móvil. En conversación con DPL News durante el México Digital Summit 2025, señaló que esta brecha entre infraestructura y servicio limita el acceso efectivo a la conectividad.

“Nosotros nacimos con el despliegue de Altán y la máxima era la inclusión digital”, recordó. Sin embargo, mientras la infraestructura avanzaba a ritmo acelerado, “detrás de esos sitios de cobertura no venían operadores móviles que sumaran”.

Esa brecha abrió el camino para el trabajo de Mujer Móvil en zonas rurales, donde identificaron un nicho históricamente desatendido y, por ello, altamente receptivo. “Es el mejor nicho de mercado. Históricamente no tenían operadores; eso los vuelve muy leales a la marca”, explicó Villanueva.

No obstante, hoy el ecosistema enfrenta nuevos desafíos, especialmente derivados de la competencia entre los mismos operadores que trabajan sobre la red mayorista de Altán. “Esa competencia entre nosotros mismos se vuelve con prácticas un poco desleales”, aseguró, al describir cómo algunos operadores móviles virtuales (OMV) llegan a las comunidades ofreciendo servicios gratuitos o subsidiados. “Contra eso no podemos competir, y vienen del propio gobierno”, dijo, refiriéndose al caso de CFE Telecomunicaciones.

A esto se suma la limitada calidad del servicio en regiones donde la única opción es la conectividad satelital. “Las comunidades ajustan sus actividades a los horarios en que la red funciona mejor, lo que evidencia brechas adicionales que requieren soluciones estructurales y políticas públicas estables”, afirmó.

Frente a la puesta en marcha de la nueva Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones (ATDT), Villanueva dijo que esperan claridad sobre el cuadrante regulatorio presentado por las autoridades, pues decisiones anteriores fueron un daño brutal hacia los pequeños operadores. “Hubo quien sí bajó de 100 a 70, a 30, entonces sí hubo daño colateral”. Dijo que en este cuadrante habrá que hacer un análisis porque ahí sí hay un descuento del espectro,  pero si se tiene que cumplir la distancia de la antena y el número de habitantes, por lo que “habrá que entender esa matemática para saber ahora hacia dónde viene el Estado y que no seamos tan lastimados”, insistió.

Mujer Móvil ha consolidado un modelo de conectividad con impacto social, especialmente entre mujeres emprendedoras en zonas marginadas, con un énfasis claro en reducir la brecha digital de género. Su enfoque coloca a las mujeres como eje de la transformación local, aprovechando su papel como líderes comunitarias para impulsar la adopción tecnológica y abrir nuevas oportunidades productivas.

La directora destacó que han construido alianzas sólidas con colectivos como Empoderadas, donde las mujeres impulsan su autonomía económica y digital. “Hemos generado sinergias muy lindas con mujeres emprendedoras”, expresó. A partir de ese trabajo, el OMV desarrolló un modelo integral que combina “telefonía, salud integral y economía”, y que ahora también buscan trasladar a programas públicos para llevar beneficios más amplios que la simple conectividad.

Respecto a la formación de cooperativas de telecomunicaciones, Rocío Villanueva considera que este paso, más allá de integrarse únicamente en asociaciones, es clave para la consolidación del sector. En esta línea, Mujer Móvil ha venido analizando modelos internacionales como la Cámara de Cooperativas de Telecomunicaciones de Argentina (Catel), adaptándose al marco regulatorio mexicano.

La apuesta es que los operadores de proximidad trabajen bajo estándares unificados de capacitación, operación y calidad, de modo que puedan ofrecer servicios sostenibles y técnicamente consistentes. “Aquí tienes que capacitar, generar un plan de negocio y cumplir un mínimo de calidad”, explicó Villanueva. Esto permitiría a gobiernos estatales y municipales identificar con claridad qué operadores pueden garantizar una conectividad estable. “De nada sirve llevar conectividad si se cae la red cada rato. Con una cooperativa que obliga a estándares, generamos negocios concretos”, añadió.

Finalmente mencionó que Mujer Móvil busca que la inclusión digital rural deje de depender de esfuerzos aislados y pueda consolidarse como una política sostenible, escalable y centrada en las necesidades reales de las comunidades.