En el sector tecnológico, como en muchos otros, sigue permeando una brecha de género dentro de la ocupación laboral. En el negocio del código abierto y soluciones tecnológicas con la apuesta en la nube, la Vicepresidenta Ejecutiva y Directora de Personal de Red Hat, DeLisa Alexander, afirmó que la compañía quiere ver mayor diversidad en los puestos técnicos dentro del ecosistema digital.
Durante una mesa redonda, realizada de manera virtual este miércoles, Alexander destacó la importancia de promover una visión inclusiva en las empresas del sector tecnológico, impulsando las iniciativas dirigidas a mujeres y, especialmente, mantener a las chicas interesadas en las carreras STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) para que lleguen a puestos de liderazgo en la industria, que todavía hoy está dominada por hombres.
La diversidad en las comunidades de código abierto contribuye a cerrar la brecha de género; a su vez, beneficia a la innovación dentro de las organizaciones. Para lograr ese entorno, Red Hat tiene como principios la meritocracia, la colaboración, la participación en la toma de decisiones y la transparencia, señaló la ejecutiva.
Alexander resaltó que es clave conocer cuál es el rol que desempeñan las empresas para incluir a las mujeres, en qué áreas y bajo cuáles mecanismos. Con eso en mente, Red Hat se ha preocupado por brindar una experiencia inmersiva cuando ellas se relacionan con el código abierto y en toda la cultura corporativa.
Teletrabajo y más labores de cuidado
En medio de la crisis sanitaria por el Covid-19, una buena parte de los trabajadores de compañías tecnológicas están realizando sus funciones desde casa para evitar contagios. La pandemia ha representado una oportunidad para tener más prácticas laborales inclusivas y dinámicas, comentó.
Sin embargo, Alexander advirtió que las mujeres tienen más responsabilidades de cuidado durante el confinamiento, lo que, además de ser una carga extra en estos momentos, puede ser un obstáculo al entrar a la nueva normalidad.
Sin la reactivación de las instituciones de soporte, como las escuelas o centros médicos para adultos mayores, será más difícil para ellas regresar al trabajo presencial al mismo tiempo que sus pares hombres, lo que podría dejarlas atrás para aprovechar oportunidades de crecimiento profesional, observó.