Primeras cifras de portabilidad en Uruguay: gana Antel y se completaron menos de la mitad de las solicitudes
La portabilidad numérica en Uruguay funciona desde enero y su vigencia quedó ratificada tras el referéndum en el que se puso en debate, entre otros, la continuidad de los artículos de la ley de Urgente Consideración que le dieron origen. El tema fue tan fuertemente debatido que se esperaban con ansias los primeros resultados de su aplicación. Los registros no arrojan mayores sorpresas, pues al momento gana ligeramente la Administración Nacional de Telecomunicaciones (Antel).
Se completaron 22 mil 725 pedidos entre el 12 de enero y el 31 de marzo de 2022 en Uruguay. La compañía estatal fue la única que terminó el trimestre con saldo neto positivo al obtener entre ganancias y pérdidas un total de mil 038 líneas a su favor. Claro (América Móvil) perdió 811 y Movistar (Telefónica) 944.
Aunque siempre en portabilidad se habla de casos y no de líneas, por la posibilidad de migrar más de una vez, el valor total obtenido resulta muy bajo en un mercado compuesto por 5.8 millones de líneas, de acuerdo con el último registro del regulador. También es cierto que el número de traspasos creció con el paso del tiempo: en enero se completaron 3 mil 998 migraciones, en febrero 7 mil 247 y en marzo 11 mil 620.
Existe otro punto del informe que llama aún más la atención: más de la mitad de las solicitudes no se completó. La Unidad Reguladora de Servicios de Comunicaciones (Ursec) expone que se realizaron 49 mil 628 pedidos en el período y, fuera de las operaciones activas, aparecen 14 mil 346 rechazadas por el administrador Cleartech Cietel, 12 mil 417 rechazadas por el donante y otras 140 todavía no activas –el trámite debe aplicarse en un plazo no mayor a tres días hábiles.
Así las cosas, Antel parece haber perdido con este primer registro uno de sus tres argumentos contra la implementación de la portabilidad en Uruguay: ganó clientes y sus competidores terminaron con saldo neto negativo. La estatal también se había quejado del costo de implementarlo y de que su aplicación no trajo los efectos deseados en otras latitudes. Lo cierto es que, tras el referéndum local, la portabilidad está más vigente que nunca en América Latina en general y en Uruguay en particular.