Cuatro países de América Latina y el Caribe liderarán los procesos de licitación de espectro 5G en 2023: Argentina, Colombia, Costa Rica y México. Los gobiernos de estos países ya han hecho públicas sus intenciones de lanzar subastas en 2023, aunque cada uno enfrenta retos para volverlas realidad.

Argentina planea realizar la licitación 5G en el primer trimestre de 2023, posiblemente en febrero. El Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom) y el Ministerio de Economía ya están trabajando en el pliego de condiciones y lineamientos para el proceso, lo cual incluye fijar el precio del recurso radioeléctrico.

La subasta en el país contempla la banda de 3.5 GHz. Aunque también otros rangos del espectro, como las de 1.5 GHz, 2.3 GHz, AWS-3, 26 y 38 GHz, todavía es incierto si se integrarán en el proceso licitatorio.

Si bien faltan definiciones acerca del calendario, Argentina tendrá elecciones en 2023. El contexto político de los comicios podría acelerar la subasta 5G, pues permitiría al gobierno recaudar dinero para fortalecer la frágil economía y dejar un legado importante en materia digital, luego del tropiezo ampliamente criticado del Decreto Nacional de Urgencia (DNU) 690.

Colombia proyecta la licitación de espectro para la primera mitad de 2023. Saúl Kattan, consejero de Transformación Digital de la Presidencia, aseguró que el gobierno busca acelerar el despliegue de esta tecnología, con miras a incrementar la productividad del país.

La Agencia Nacional del Espectro (ANE) de ese país asegura que ya está trabajando en los parámetros para la valoración del espectro en la subasta, en la cual se incluirá la banda de 3.5 GHz. Pero también hay remanentes en otros rangos de frecuencias que aún no se definen.

Colombia ya había intentado, quizá sin mucho esfuerzo, lanzar un concurso público 5G. El gobierno de Iván Duque también fijó posibles fechas, pero se fue con esa deuda pendiente. El elemento que definirá si la subasta 5G se logra con la administración de Gustavo Petro, y de Sandra Urrutia al frente del Ministerio TIC, será si se reducen los precios del espectro. 

Al igual que en Argentina y Colombia, los cambios políticos podrían destrabar la licitación de espectro en Costa Rica. Una de las prioridades en materia TIC del nuevo presidente, Rodrigo Chaves, es llevar a cabo la puja lo más pronto posible. Por eso, en sus primeros meses de gobierno ordenó que el ICE devuelva las frecuencias que mantenía ociosas, esenciales para el desarrollo de 5G.

Sin embargo, a pesar de la voluntad política que parece existir, el obstáculo es concretar la recuperación de ese espectro. El ICE ya entregó las frecuencias en la banda de 3.5 GHz, pero faltan las de 2.6 GHz. Sin esa banda, la Superintendencia de Telecomunicaciones ya advirtió que la subasta no tendría éxito para impulsar la construcción de las nuevas autopistas digitales.

De todas formas, el Ministerio de Ciencia, Innovación, Tecnología y Telecomunicaciones confía en que el proceso de devolución por parte del ICE avance adecuadamente, para poder lanzar la licitación en los primeros meses de 2023.

México es un caso aparte. No hay intenciones claras del gobierno ni voluntad en que se realice una subasta de espectro y se acelere la implementación de la tecnología 5G. En ese proyecto, está prácticamente solo el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), pero debilitado debido a que el gobierno aún no nombra a dos comisionadas faltantes en el Pleno.

El IFT planea publicar antes de que acabe 2022 el anteproyecto con las bases para la licitación de las bandas de 600 MHz, 800 MHz, 850 MHz; 1.5 GHz, AWS y PCS que se sumarán al espectro con el cual ya cuentan los operadores para expandir los servicios 5G comerciales.

La subasta de estas frecuencias también se podría concretar en 2023. Probablemente, el IFT tendrá listo el espectro y los parámetros, pero la cuestión del precio del recurso radioeléctrico es tarea de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. México ya es conocido en la región por sus altos costos del espectro, lo cual incluso se evidencia en que los procesos licitatorios quedan desiertos.

Colombia, Costa Rica, Argentina y México pueden ser los impulsores de 5G en 2023, sumándose a países como Brasil y Chile que llevan la delantera. Las subastas de espectro son esenciales para la construcción de las redes, pero no representan el único factor para propiciar o no su desarrollo.

América Latina deberá hacer una revisión de sus marcos regulatorios y sus políticas públicas para comprobar si son o no compatibles con las aspiraciones de conectividad y competitividad digital. Mientras tanto, además de esas barreras, otros países tendrán que sortear en 2023 la inestabilidad política y la falta de confianza en las instituciones para poder dar vuelo a 5G.

Por ejemplo, en Perú la alta rotación de funcionarios al frente del Ministerio de Transportes y Comunicaciones ha impedido que, para empezar, se lleve a cabo la licitación de espectro 4G que lleva pendiente desde 2021. Otras naciones ni siquiera han dado guiños de que estén interesadas en avanzar hacia 5G, quedándose rezagadas de la carrera mundial.

En nuestras predicciones 2022, pronosticamos que este año sería el de 5G en América Latina con licitaciones en México, Colombia y Costa Rica. Nuestra proyección se cumplió a medias: no vimos a ningún mercado lanzar una subasta de espectro por cautela de los reguladores, pero los operadores sí avanzaron en el despliegue, la expansión de los servicios y la exploración de casos de uso.

Será muy probable que en 2023, al igual que en años anteriores, los gobiernos e instituciones no cumplan con los plazos que han sugerido. Pero hay señales positivas para pensar que, esta vez, sí tendremos licitaciones, gracias a los cambios que se esperan en los contextos políticos y a que 5G podría ser una palanca para mejorar la productividad, frente a la desaceleración económica que prevén las organizaciones financieras globales.

Los modelos de negocios y los casos de uso son otros elementos que marcan el camino de América Latina hacia 5G. Después de las subastas en Brasil, Chile y República Dominicana, las empresas que operan en estos y otros países de la región están explorando cuáles son las aplicaciones y los casos de uso que despuntarán y que les ayudarán a monetizar la construcción de las nuevas redes.

En general, existe claridad sobre que el potencial mayor de 5G está en las industrias, en el uso que podrán darle y la competitividad que generará para las diferentes actividades productivas y las economías en su conjunto. 

Por eso, además de los servicios de banda ancha móvil mejorada, las empresas del sector ya están trabajando con compañías de distintas verticales en el desarrollo de casos de uso que atiendan sus necesidades específicas. 

Por ejemplo en Brasil, líder agro en la región, Huawei, Claro, Ericsson, TIM y Nokia ya están explorando casos de uso para conectar la agricultura.

También se han identificado oportunidades en el despliegue de redes privadas, telemedicina, transporte conectado, automóviles autónomos y ciudades inteligentes. Los principales operadores y fabricantes ya tienen investigaciones y pruebas en curso relacionadas con este ámbito, pero las aplicaciones concretas comenzarán a observarse en 2023.

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