Por qué un antiguo directivo de Amazon apaga el micrófono de sus equipos con Alexa
Robert Frederick, extrabajador del gigante del comercio electrónico, asegura en un polémico documental que «los trabajadores sí escuchan» a través de los asistentes digitales
Lo admitió, aunque aseguró que tenía escasa relevancia; que solo se analizaban fragmentos de audio para mejorar el servicio. Lo dijeron. Y esa fue la realidad, pero la psicosis alrededor de si los altavoces inteligentes «escuchan» más de la cuenta ha continuado hasta nuestros días. Ahora se le ha echado más leña al fuego. Un ex directivo de Amazon llamado Robert Frederick, que abandonó la compañía estadounidense hace catorce años, ha alimentado la teoría conspiranoica: asegura que apaga el micrófono de sus equipos con el asistente digital Alexa por temor a que le escuchen.
Un documental sobre el auge y crecimiento de Amazon emitido en la cadena BBC pone de relieve el ascenso de una pequeña compañía de Seattle hace veinte años hasta convertirse en la superpotencia corporativa y tecnológica. Durante una hora se preguntan, además, si hay un lado oscuro, con lo que sacan a relucir esta polémica. En 2019 la firma se vio obligada a admitir que contrató a miles de personas para espiar y transcribir conversaciones grabadas por su asistente de voz.
Algo que derivó en que las empresas tecnológicas salieran en tromba para cortar el grifo. Desde entonces, los usuarios pueden borrar el historial de búsquedas de voz. Frederick, en se sentido, admite que apagaba el dispositivo «cada vez» que quería «tener un momento privado». «No quiero que los humanos escuchen ciertas conversaciones. Las conversaciones que tengo no son cosas que deberían compartirse, con lo que apago esos dispositivos».
Frederick fue anteriormente gerente sénior en el negocio en la «nube» de Amazon, aunque abandonó la empresa hace 14 años. Muchos años antes del lanzamiento de Alexa, el popular asistente de voz presente en innumerables aparatos electrónicos domésticos. Desde entonces ha sido primer ejecutivo de Sirqul, una empresa tecnológica que trabaja con soluciones electrónicas que permiten la integración de los asistentes digitales.
Precisamente, su trayectoria profesional es lo que ha molestado al gigante norteamericano al alegar que su antiguo empleado desconoce los entresijos de esta tecnología. Dave Limp, vicepresidente senior de dispositivos y servicios de Amazon, apunta a la BBC que el personal escuchó menos del 1% de las conversaciones y que fueron anónimas. Amazon también ha sido objeto de controversia a través de su filial Ring, una empresa de cámaras de vigilancia conectadas a internet que adquirió en 2018 por 1.000 millones de dólares.