Perú | Expansión digital en América Latina

El Peruano Víctor Lozano Alfaro

Se espera que el comercio electrónico en esta parte del mundo alcance volúmenes de 409,000 millones de dólares, según un estudio desarrollado por Kushki

A mérica Latina ha ido transformándose en un  territorio de rápido avance hacia la digitalización. En la actualidad, más de dos tercios de la población efectúan compras en línea y los bancos y las billeteras digitales han incrementado su alcance significativamente de 30%, en el 2017, a más de 80%, en el 2022, de acuerdo con un estudio elaborado por Kushki de la mano de Americas Market Intelligence.

Tras el impacto de la pandemia, combinado con los esfuerzos concertados de bancos y fintechs, por primera vez en la historia, el efectivo ya no representa la mayoría de los pagos en la economía formal, sino que ha caído a un sorprendente 36%, refiere el informe.

El acceso a una cuenta digital ahora es generalizado, superando más del 90% en los mercados de Brasil, Argentina, Colombia y Chile.

En Perú, México, los mercados andinos y Centroamérica, la inclusión financiera aún tiene mucho por mejorar, pero se han dado grandes pasos desde el 2019.

Así, más del 80% de los latinoamericanos tienen acceso a una cuenta de depósito, lo que los convierte en participantes oficiales de la economía financiera digital.

Condiciones

No obstante, el uso de pagos digitales de los consumidores depende en buena medida de su aceptación de los comerciantes.

“Si bien la mayoría de los consumidores hoy acceden a pagos digitales, no se puede decir lo mismo de los comerciantes de América Latina”, especifica el estudio.

En la actualidad, se estima que el 26% de todos los negocios (incluido el sector informal) aceptan pagos con tarjeta electrónica por medio de un dispositivo POS.

Esta baja tasa ha permitido jugadas de aceptación de los bancos centrales (Pix en Brasil), aplicaciones privadas P2P y consorcios bancarios, que buscan habilitar un sistema de pago de bajo costo para expandir la aceptación de pagos digitales.

Los resultados de esta tendencia han sido poderosos: Pix, en Brasil, ahora atiende a 10 millones de empresas, y la tendencia de esquemas de transferencia instantánea está creciendo en toda la región.

“El acceso de los consumidores ha disparado la demanda entre los comerciantes y ha desencadenado formas innovadoras de aceptar pagos y mover dinero”, precisa.

Múltiples formas

El estudio, elaborado por Kushki y Americas Market Intelligence, refiere que en América Latina los consumidores tienen una multitud de formas  de pago, desde comercio electrónico sofisticado y transacciones sin contacto, hasta enlaces de pago simples y aplicaciones P2P, hay más opciones

en el mercado que nunca.

“Este año se caracterizará por cierta consolidación de las mejores y más eficientes experiencias de pago, así como métodos de pago que se adaptarán a ciertos casos de uso y verticales”, establece el informe.

Los pagos con tarjeta ingresan a un entorno más competitivo, en el que los consumidores tienen más opciones para pagar, incluidas billeteras digitales, transferencias bancarias y aplicaciones P2P.

Nuevas generaciones

Ahora que el efectivo es una minoría, la adopción de métodos de pago digitales continuará gracias a los poderosos efectos de red.

Un aspecto clave de este fenómeno de crecimiento es la Generación Z (Gen Z) de América Latina, la cual llega a ser aproximadamente 160 millones de personas, lo que representa el 24.5% de la población de la región en su conjunto.

El estudio revela que aproximadamente la cuarta parte de la población tiene menos de 14 años, lo

que significa que hay una gran cantidad de nativos digitales; mientras que menos del 10% tiene más de 65 años en comparación con un 17% en Estados Unidos. 

Las generaciones más jóvenes no solo conocen la tecnología, sino también están altamente conectadas apor medio de sus teléfonos inteligentes.

Durante años, los más jóvenes habían sido desatendidos por los bancos tradicionales que limitaban el acceso al crédito, pero con la llegada de las Fintech y Paytech se han abierto nuevas formas de brindar servicios bancarios y financieros, con servicios personalizados y más flexibles. Esto ha resultado en una alta adopción de nuevas tendencias e innovación de las generaciones

más jóvenes.

“En América Latina y el Perú, este tipo de emprendimientos se han caracterizado por su capacidad de operar en sectores con grandes desafíos, lo que les da una gran resiliencia y capacidad de adaptación a las circunstancias, una habilidad que será clave en un escenario de

recesión e incertidumbre económica a nivel global”, comentó el cofundador y presidente de Kushki, Sebastián Castro.

Agregó que en Kushki hay el convencimiento de que, por esto, este año los ojos del mundo voltearán hacia nuestra región como un escenario clave de crecimiento.

80% del volumen de aceptación de pagos está dominado por los denominados “jugadores tradicionales”. Esto frena a la región en términos de innovación, calidad y velocidad. 

La interoperabilidad

De acuerdo con el estudio, la interoperabilidad es la piedra angular de un entorno de pagos saludable y competitivo.

“Al abrir redes exclusivas, los comerciantes y los consumidores tienen más opciones, lo que obliga a los actores del mercado a competir”, precisa Catro.

La interoperabilidad reduce el precio, aumenta la calidad e incentiva la innovación. Por más de

una década, la interoperabilidad lentamente ha tomado su lugar en América Latina, desafiando el

dominio de los bancos, que en casi todos los mercados poseen los únicos licenciados para la adquisición de tarjetas.

Brasil fue el primero en abrir sus redes de adquisición en el 2010 con un mandato de los reguladores. Como resultado, hoy Brasil alberga a más de 30 adquirentes nacionales e internacionales, muchos de los cuales operan más como fintechs que como instituciones financieras.

Los reguladores del resto de la región han seguido lentamente el ejemplo de Brasil, poniendo fin a las redes de adquisición exclusiva: Colombia en el 2012, Perú en el 2018, Argentina en el 2019 y Chile en el 2020. “Esto ayudó a promover la entrada de nuevos adquirentes y PSP, aumentar el uso y la aceptación de tarjetas y reducir el papel del efectivo”, manifestó el ejecutivo.

Las tarjetas de crédito

Las tarjetas de crédito son el medio de pago electrónico líder en América Latina por volumen, representan el 50% del comercio electrónico y el 20% de los pagos presenciales.

No obstante, refiere el estudio de Kushki, las tarjetas de crédito no son universalmente accesibles. Según el mercado, solo entre el 20% y el 40% de la población de de la región

las posee.

Las tarjetas de débito prevalecieron donde las tarjetas de crédito no penetraron completamente, hoy es propiedad del 53% de la población de la región, según el Banco Mundial Findex del 2021.

Las tarjetas de débito han destacado en México (donde el acceso al crédito es muy limitado) y Chile, Uruguay y Brasil. Representan el 14% del comercio total, muy utilizadas en categorías de productos cotidianos como abarrotes, farmacias, tiendas de conveniencia y gasolineras.

A pesar de su éxito, el estrudio precisa que las tarjetas enfrentan competencia extrema en los puntos de venta, especialmente en el canal físico, donde el efectivo es preferencia.

“Normalmente, los clientes se han enfrentado a una experiencia de usuario exasperante cuando usan una tarjeta, requieren un número de PIN y/o una firma, y emplean una terminal POS torpe. Podría decirse que en estas circunstancias pagar en efectivo ha sido más rápido y fácil”.

Sin contacto

– Para mejorar la experiencia en el uso de tarjetas, en el 2017 Visa y Mastercard implementaron mandatos sin contacto que requerían que los emisores y adquirentes latinoamericanos habilitaran la tecnología sin contacto o NFC.

– Esto permite a los compradores simplemente tocar su tarjeta (o teléfono habilitado para NFC) en el POS para una experiencia de pago segura e instantánea.

– Esta transición requirió que los emisores y adquirentes efectúen inversiones en equipos y, debido al costo, algunos mercados se resistieron a la tendencia.

– En el 2023 las transacciones sin contacto representarán más del 35% de todas las compras con tarjeta en tiendas, superando el 70% en Chile, Guatemala y Costa Rica, y el 50% en Perú, Colombia, Panamá, Nicaragua y El Salvador.