México y América Latina se convirtieron en la región a la que las productoras estadounidenses y europeas voltearon para sacar adelante proyectos de animación y videojuegos, impulsados por el talento de sus jóvenes, pero también por el “nearshoring” (relocalización de cadenas) y la dinámica de teletrabajo que impuso la pandemia de la covid-19.
En Latinoamérica, empresas de la talla de Cartoon Network, Warner Bros o DC Cómics tienen presencia constante “para cazar talentos y desarrollar producciones que reflejen su identidad cultural”, dijo a EFE José Iniesta, cofundador de Pixelatl, un festival que impulsa a creadores en la animación, los videojuegos y el cómic.