Durante las últimas 4 décadas, la brecha de género en la tecnología ha estado latente. Sólo 1 de cada 5 personas que trabajan en la industria de la tecnología es mujer.
Se puede decir que esta brecha obstaculiza el desarrollo de mujeres con el deseo de colaborar en este sector, aún más cuando se prevé que las carreras STEM serán algunas de las más buscadas en el contexto de la Cuarta Revolución Industrial.