A estas alturas, no existe ninguna compañía capaz de competir con NVIDIA en el sector de la inteligencia artificial. Aunque la firma norteamericana se hizo conocida por su relación con el mundo gaming, en los últimos meses se ha especializado en la creación de chips para potenciar los modelos de lenguaje que dan vida a la inteligencia artificial. Y, gracias a ello, la compañía creció tanto que consiguió convertirse en una de las empresas más valiosas del mundo.
Sin embargo, esta misma posición de dominio es la que ha puesto en tela de juicio la hipotética objetividad de la compañía. Como indica el portal Ars Technica en una reciente publicación, la senadora Elizabeth Warren y varios grupos progresistas estadounidenses están presionando al Departamento de Justicia (DOJ) para que investigue el dominio de NVIDIA. ¿El motivo? Las preocupaciones antimonopolio y el control casi total que ejerce la compañía sobre el mercado de chips de IA de alto rendimiento, ya que posee el 80% del mercado global de chips GPU y el 98% del mercado de centros de datos.
NVIDIA tendrá que demostrar que no ejerce prácticas anticompetitivas
En esencia, se ha instado al DOJ a investigar las prácticas comerciales de NVIDIA para asegurarse de que sus rivales no sean excluidos de la competencia. De hecho, temen que la firma ejerza un control sobre el “destino computacional del mundo” que afecte a sectores tan críticos como el financiero, el logístico o el sanitario. Por ello, la firma tendrá que demostrar que no utiliza tácticas anticompetitivas, si bien ya ha sido acusada de ejercer aspectos como el empaquetamiento de chips, redes y software de programación, así como de ejecutar la fijación de precios (una práctica considerada ilegal).