La emergencia sanitaria que hemos experimentado en todo el mundo a causa del brote de Covid-19, ha visibilizado un problema de la era digital que se propaga rápidamente y es igual de peligroso que el propio virus. Las noticias falsas y la desinformación en línea han generado un fenómeno a gran escala denominado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como infodemia.
Una situación como una pandemia mundial es el ambiente propicio para que la infodemia se genere, ya que básicamente se trata de “una cantidad excesiva de información sobre un problema que se dificulta encontrar una solución.” Esta cantidad excesiva de información incluye noticias verdaderas y un gran volumen de noticias falsas con información engañosa.
En este contexto, muchos gobiernos y organizaciones se han planteado la necesidad de regular la prevalencia de noticias falsas relacionadas con el nuevo coronavirus y otros temas como 5G o campañas electorales.
Las leyes de noticias falsas están teniendo un impulso en todo el mundo, con el objetivo de detener la divulgación de información errónea sobre la pandemia que pueda afectar a los ciudadanos, pero también hay algunos líderes que están usando esta legislación para socavar la libertad de expresión.
Por ello, en DPL News enlistamos las principales iniciativas, tanto públicas como privadas, que se están aprobando o analizando en diferentes partes del mundo para combatir la infodemia y las noticias falsas.
Iniciativas Públicas
Brasil
A principios de julio de 2020, el Senado brasileño aprobó un proyecto de ley contra las noticias falsas, con 44 votos a favor y 32 en contra, en una sesión virtual debido a la pandemia de coronavirus.
El proyecto aún debe ser discutido y probablemente modificado en la Cámara de Diputados, pero también ha generado resistencia por parte del gobierno de Jair Bolsonaro, quien amenazó con vetar la propuesta.
El mayor punto controversial del proyecto de ley contra las fake news de Brasil exige que las plataformas digitales pongan a disposición del Poder Judicial los registros de mensajes masivos, con la identificación de sus remitentes, durante tres meses.
Otro punto obliga a los proveedores abrir el acceso remoto a sus bancos de datos para atender órdenes judiciales. También prohíbe la creación de bots o cuentas automatizadas. Las plataformas digitales que incumplan esas normas serán multadas con hasta un 10 por ciento de su facturación anual en Brasil.
La respuesta de las plataformas de redes sociales al proyecto de ley brasileño fue de rechazo, y en un comunicado en conjunto declararon que, en caso de aprobarse esta ley, “confronta el derecho fundamental a la privacidad y a la protección de datos (…), abriendo espacio para abusos”.
España
En España también se ha hablado de la posibilidad de implementar cambios legales para impedir la difusión de rumores e información falsa. En abril, el Ministro de Interior de España, Fernando Grande-Marlaska, alertó en una rueda de prensa sobre los peligros del uso criminal de las redes sociales.
Esta situación llevó al Ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, a comprometerse a revisar los instrumentos legales para impedir que los que difunden información falsa no salgan impunes.
“Quiero adelantarles que tenemos un problema como sociedad con las fake news. Sabemos que constitucionalmente tenemos el derecho a recibir información veraz y me comprometo a revisar si nuestro instrumento legal es suficientemente fuerte y garantista para cumplir con ese derecho”, dijo el ministro de Justicia.
La declaración surgió a raíz de una denuncia realizada por la organización Unidas Podemos, donde expusieron un video en redes sociales que daba información falsa sobre el material sanitario y acusaban al gobierno de “asesino”.
La denuncia afirma que este tipo de contenido tendría que ser un delito categorizado como el “desorden público, simulación de peligro, calumnias e injurias a altas instituciones del Estado”.
Por ahora, la acusación interpuesta por Unidas Podemos sólo se refiere al delito de injurias y calumnias contra altas instituciones del Estado, pero en España no hay una ley que reconozca a un tuit contando una noticia falsa o una cadena de WhatsApp tipificado como delito en sí mismo, por lo que la mayoría de los jueces lo toman bajo libertad de expresión.
Unión Europea
Europa ha sido uno de los más interesados en iniciar una guerra contra la desinformación en línea y las noticias falsas. Una de sus primeras medidas consiste en crear e impulsar un Código de Buenas Prácticas para garantizar la transparencia de los contenidos, perseguir cuentas falsas en redes sociales y garantizar que se priorice la información “relevante, auténtica y fidedigna”.
Las principales compañías de Internet como Facebook, Google, Twitter y Mozilla firmaron este código.
Otra de sus medidas es la creación de un Observatorio de Desinformación o también conocido como SOMA, acrónimo de Social Observatory for Disinformation and Social Media Analysis (Observatorio Social para la Desinformación y el Análisis de Redes Sociales).
El SOMA, que inició actividades a principios de junio, busca promover el conocimiento científico sobre la desinformación en línea, así como el desarrollo de servicios de verificación de hechos y apoyo a programas de alfabetización mediática.
La Unión Europea tiene otros proyectos para detectar las noticias falsas antes de que se propaguen. Un ejemplo es el Sistema de Alertas Rápidas o Rapid Alert System, cuyo propósito es vigilar y detectar desinformación que afecte a las instituciones o a miembros de la Unión Europea.
Más recientemente, la Comisión Europea propuso a las plataformas digitales como Facebook, Google y Twitter que proporcionen informes mensuales con detalles sobre sus acciones para limitar la desinformación en línea, incluyendo los intentos de actores extranjeros para influir en los ciudadanos de la UE.
Reino Unido
Antes de la pandemia, el gobierno británico propuso la creación de una nueva regulación para controlar a gigantes como Facebook y Google, para que sean verdaderamente responsables del contenido que se publica dentro de sus plataformas.
En febrero de 2019, la exprimera ministra del Reino Unido, Theresa May, propuso regular dichas plataformas para garantizar la distribución de información de calidad y contrarrestar la falsificación de noticias.
En julio de ese mismo año, el canciller británico, Jeremy Hunt, anunció que se destinarían 18 millones de libras esterlinas para luchar contra las noticias falsas en Europa Oriental.
Singapur
El gobierno de Singapur aprobó una ley en 2019, conocida como la Ley de Protección contra las falsedades en línea y la manipulación, que entró en vigencia en octubre de ese mismo año. Esta ley permite al gobierno obligar a las plataformas digitales a eliminar o corregir información que considera falsa.
Una persona que pueda ser declarada culpable en violar la ley podría recibir una multa severa y enfrentar una sentencia de prisión de hasta cinco años. La ley también prohíbe el uso de cuentas falsas o bots para difundir fake news, con multas de hasta 733 mil dólares y sentencias de hasta 10 años.
Facebook cumplió con la ley de noticias falsas de Singapur por primera vez en noviembre de 2019, al corregir y poner una etiqueta en una publicación del sitio de noticias States Times Review (STR), con un comunicado en donde informó que estaba legalmente obligado a decirle a sus usuarios “que el gobierno de Singapur dice que esta publicación tiene información falsa”.
Sin embargo, muchos grupos de derechos civiles como Amnistía Internacional y Human Rights Watch advierten que la medida podría ser utilizada por las autoridades para censurar cualquier intento de crítica a su gobierno.
Esta ley le da la autoridad al gobierno para decidir sobre qué información es catalogada como falsa, a partir de dos criterios: cuando difunda una declaración o comunicado falso; y cuando esta acción se considere de interés público.
Australia
A principios de julio de 2020, la Autoridad Australiana de Comunicaciones y Medios (ACMA) hizo un llamado para que las plataformas digitales como Facebook y Google ayuden a desarrollar un código de conducta único, el cual pueda contrarrestar la desinformación y la rápida propagación de información falsa en redes sociales.
“La ACMA alienta a las plataformas a considerar un código único para toda la industria, que brinde protecciones y soluciones apropiadas para los usuarios australianos de plataformas digitales. Se espera que este código se centre en el consumidor, sea de fácil acceso para el público y sea adecuado para Australia”, escribió en el documento la ACMA.
Estados Unidos
El pasado mes de julio, el Presidente del Comité de Energía y Comercio de Estados Unidos, Frank Pallone, en conjunto con otros demócratas, enviaron una carta a los CEOs de los gigantes tecnológicos Facebook, Google y Twitter para solicitar información sobre las respuestas de sus plataformas ante la desinformación, en relación con la pandemia de Covid-19.
Los demócratas también solicitaron informes mensuales similares a los encargados por la Comisión Europea, analizando sus esfuerzos en curso para combatir la desinformación en torno al Covid-19.
Filipinas
El senador filipino Joel Villanueva presentó un proyecto de ley a finales de junio de 2017, el cual buscaba penalizar a quienes difunden noticias falsas. La iniciativa define las noticias falsas como información que “tiene la intención de causar pánico, división, caos, violencia y odio, o aquellas que exhiben una propaganda para oscurecer o desacreditar la reputación de uno”.
Según la propuesta, los infractores enfrentarán una multa de hasta 5 millones de pesos filipinos y una sentencia en prisión de hasta cinco años, en caso de incumplir con las reglas.
En marzo de 2020, el gobierno de Filipinas aprobó la ley, y agregó un apartado en donde castiga a los que difunden noticias falsas sobre Covid-19, con una sentencia de dos meses de cárcel o una multa de 10 mil pesos filipinos a un millón de pesos filipinos.
Malasia
En abril del 2018, la Cámara Baja del Parlamento de Malasia aprobó una ley anti fake news, como una iniciativa del gobierno del Primer Ministro, Najib Razak, que establece multas de hasta 123 mil dólares y penas de hasta seis años de cárcel por crear o difundir noticias “total o parcialmente falsas” que afecten al país o a sus ciudadanos.
“Esta ley tiene como objetivo proteger al público ante la proliferación de noticias falsas, garantizando al mismo tiempo la libertad de expresión, según lo previsto en la constitución federal”, dijo la Ministra de Leyes, Azalina Othman Said.
La ley ha sido fuertemente criticada por opositores y activistas, quienes la consideran un nuevo instrumento de censura del gobierno de Malasia.
Hungría
En Hungría, el gobierno aprobó en marzo de este año una ley que le otorga el poder al Primer Ministro, Viktor Orbán, de castigar a quienes difunden “información falsa” sobre la pandemia por Covid-19, con hasta cinco años de prisión.
Según The Guardian, el parlamento húngaro aprobó nuevas medidas para combatir el coronavirus, que incluyen términos de penas de prisión de hasta cinco años por difundir intencionalmente información falsa, que obstaculiza la respuesta del gobierno frente a la pandemia. Este argumento genera temores de que la nueva norma pueda usarse con el fin de censurar las críticas a la respuesta del gobierno.
“Este proyecto de ley crearía un estado de emergencia indefinido e incontrolado y daría a Viktor Orbán y a su gobierno carta blanca para restringir los derechos humanos”, dijo Dávid Vig, director de Amnistía Internacional en Hungría.
Puerto Rico
En mayo de 2020, la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) presentó una demanda en nombre de dos periodistas puertorriqueños que temen que la ley contra las noticias falsas sea utilizada para castigarlos por reportar información sobre la crisis por el coronavirus.
La ley de Puerto Rico contra noticias falsas fue actualizada el 6 de abril de 2020 para incluir una sección que tipifica como delito “transmitir (…) por cualquier medio, a través de las redes sociales o medios de comunicación, información falsa con la intención de crear pánico o confusión sobre las órdenes gubernamentales de emergencia”.
La demanda de la ACLU argumenta que la vaga definición respecto a bajo qué términos un contenido es considerado falso, hace que la ley sea susceptible a suprimir la información verdadera.
Iniciativas Privadas
WhatsApp ha sido catalogada como una de las aplicaciones de mensajería más propensas a ser un canal para difundir noticias falsas, que han afectado a comunidades mucho antes de la pandemia por Covid-19.
Durante la contingencia, WhatsApp puso en marcha distintas acciones para ayudar a sus usuarios a identificar y denunciar las noticias falsas fácilmente desde la aplicación. Pablo Bello, director de Políticas Públicas de Mensajería Privada de Facebook para América Latina, conversó con DPL News sobre las medidas principales que ha tomado la plataforma para combatir este problema en la crisis sanitaria.
La primera medida refuerza la importancia de mantener informados a los usuarios sobre el origen del contenido que reciben, por medio de unas flechas que indican si un mensaje ha sido reenviado de forma masiva. Esta herramienta se agregó el año pasado.
El sistema de doble flecha no limita al usuario a mandar la información, sino que impide que sea enviado masivamente en una misma ocasión. Anteriormente, la aplicación permitía la opción de reenvío a 20 destinatarios, pero después se redujo a sólo cinco.
En los inicios de la pandemia, otra de las iniciativas de WhatsApp fue trabajar con la OMS para desarrollar el primer chatbot disponible en los idiomas nacionales de las Naciones Unidas, con información confiable respecto a la pandemia por coronavirus.
En marzo de 2020, WhatsApp lanzó el Centro de Información de Coronavirus en colaboración con la Organización Mundial de la Salud, UNICEF y UNDP (United Nations Development Programme). Este centro proporciona recomendaciones generales y recursos para personas de todo el mundo, con el fin de contrarrestar las fake news y encontrar datos de salud confiables.
Recientemente, WhatsApp anunció una nueva herramienta para impedir la difusión de noticias falsas dentro de la plataforma. Esta función permite a los usuarios buscar en Internet cualquier información que reciban, para que de esta forma comprueben la veracidad del hecho en cuestión.
El concepto de fake news se puso de moda en los últimos años, debido a la polémica campaña electoral de Estados Unidos en 2016, que incluyó mensajes de correo filtrados, sospechas de interferencias por parte de hackers rusos y miles de noticias falsas difundidas en Twitter y Facebook, a favor o en contra de los candidatos.
Después de esto, Facebook se vió obligado a presentar una serie de medidas para contrarrestar la desinformación y los intentos de hackeo de entidades extranjeras en las elecciones de Estados Unidos de 2020.
La red social dijo que implementaría etiquetas que califiquen contenidos como falsos, con la ayuda de un verificador de hechos de terceros. Además, se agregó una ventana emergente, que aparecerá cuando los usuarios intenten compartir información falsa.
En enero de 2020, a inicios del brote por coronavirus, Instagram y Facebook anunciaron su intención de limitar la propagación de información falsa y contenido dañino sobre el virus. También enviaría notificaciones a los usuarios que ya compartieron o intentan compartir un contenido falso.
Facebook también hizo una alianza con la agencia de noticias Reuters. El objetivo del acuerdo es ayudar a la red social a verificar contenido en sus plataformas como Instagram y el propio Facebook.
Google ha implementado algunas soluciones para combatir la desinformación, y una de sus herramientas más destacadas que ha lanzado se llama Fact Check Explorer, enfocada en servir a periodistas, investigadores y comprobadores de hechos.
Fact Check Explorer es un buscador que encuentra hechos que responden mentiras o desinformación encontradas en medios de comunicación o redes sociales.
La plataforma de videos en línea, YouTube, también anunció que limitará la difusión de teorías conspirativas e información falsa que relacionan la tecnología 5G y con la pandemia por coronavirus. Según un representante de YouTube, implementar esta restricción a los videos que difunden información falsa reduce hasta un 70 por ciento la visibilidad del contenido.
Asimismo, Google añadió nuevas actividades a su programa “Sé genial en Internet“, en donde se enseña a los niños temas de alfabetización mediática. Estas nuevas actividades enseñan a los niños a detectar noticias falsas enseñándoles a evaluar la credibilidad de las fuentes de la información.
En abril de 2020, Twitter actualizó sus políticas para pedir a los usuarios que eliminen los mensajes que difunden información incorrecta acerca de Covid-19. Twitter afirmó que había eliminado más de 2 mil 230 tuits con contenido engañoso desde el pasado 18 de marzo.
Desde febrero, Twitter también introdujo etiquetas para advertir a sus usuarios de los tuits que muestran contenido manipulado en la plataforma. Las etiquetas en los tuits que contengan contenido dañino también se dirigirán a un sitio externo con información de fuentes confiables.
En junio, la red social del pajarito empezó a poner atención en la difusión de teorías conspirativas que relacionan el 5G con el brote de coronavirus. Twitter añadió etiquetas de verificación en los tuits con información falsa y está priorizando “la eliminación del contenido de Covid-19 cuando tiene un llamado a la acción que podría causar daño”.
Las noticias falsas deben regularse sin afectar la libertad de expresión
Manipular la información y desinformar no es algo nuevo, en especial cuando hay intereses económicos o políticos. Las noticias falsas son un problema de toda la vida, pero la diferencia es que en la actualidad, las redes sociales han incrementado el nivel de exposición de la población mundial a esta información que puede llegar a ser peligrosa.
Según un reciente estudio, las personas que están acostumbradas a recibir noticias a través de las redes sociales tienen más probabilidades de creer en información falsa sobre Covid-19.
El problema de la infodemia es algo que se debe regular, en especial en un contexto de emergencia sanitaria. Sin embargo, como hemos visto en esta recopilación de iniciativas, las leyes de noticias falsas también pueden representar un riesgo para la libertad de expresión cuando son usadas por gobierno autoritarios, como herramienta de censura sobre críticas de un mal gobierno.