Reforma Jorge F. Negrete P.
La próxima semana se verificarán en la Ciudad de México dos de los más importantes eventos de conectividad en América Latina, el Mobile 360, que es una versión a escala del Mobile World Congress que se realiza en Barcelona cada año, y el Congreso Latinoamericano de Transformación Digital, que cuenta con más de 10 años de historia en la región.
Ambos eventos han construido un discurso de despliegue de infraestructura para generar conectividad, inclusión y economía digitales en la agenda de los reguladores y ministerios TIC de toda América Latina.
No se comprende nuestra región sin el esfuerzo que estas instituciones han realizado todos estos años, al visibilizar que una sociedad digital necesita el despliegue de esta infraestructura. Decenas de analistas, consultores, académicos y funcionarios públicos han pasado por los paneles y conferencias que estas instituciones han promovido.
Pero la agenda de estos eventos cambia. Hace 14 años, el primer CLT buscaba el despliegue de la cuarta generación de conectividad móvil o 4G. Desde entonces para acá, la sociedad cambió dramáticamente.
Las redes de telecomunicaciones se volvieron mercados, estos mercados se volvieron globales y surgió un estado permanente de innovación, creación y destrucción de cadenas de valor y modelos de negocio. También se crearon y masificaron las plataformas digitales, nació la era del acceso y con ello la destrucción del mundo editorial y de soportes físicos, para dar paso a las plataformas de contenidos digitales en línea.
La quinta generación móvil o 5G ya no será sólo móvil y liberará masivas cantidades de datos y acceso a cómputo. Es la era del cómputo y su más reciente expresión, la Inteligencia Artificial. Cuenta con nueva infraestructura tecnológica que comienza con Nube, Edge Computing, WiFi 6 y miles de procesos digitales.
La carrera por 5G ya se liberó y contamos con despliegues en Chile, Brasil, Uruguay, República Dominicana, Guatemala y México, viene Argentina, Colombia, Perú y Costa Rica.
Ahora bien, esta edición del Mobile 360 y del CLTD se presenta en un escenario complejo y enfrenta diversas adversidades. América Latina se ha pintado de izquierda, pero ésta se comporta, en materia digital, de diversas formas. Veamos.
Chile lidera todos los indicadores de conectividad de la región y ha sido consistente con esto. El presidente Boric no ha movido nada de la tradición digital chilena y, por el contrario, ha reafirmado la política y la regulación del sector. Por su parte, Brasil, bajo el mandato de Lula, ha reforzado el equipo del Ministerio de Comunicaciones y ha apoyado al regulador, Anatel, construyendo certeza en materia de inversión. Argentina acaba de anunciar la licitación 5G para el segundo semestre del año y Colombia va en el mismo camino.
Perú, el país aplicado en este sector, tuvo un descalabro político con la caída del presidente Castillo, pero el nuevo gobierno regresó con todo en materia en conectividad y prepara las licitaciones 4 y 5G, con un equipo joven y técnico en su ministerio de Transportes y Comunicación.
México ha desaparecido la institucionalidad de la política pública digital y eliminó la Subsecretaría de Comunicaciones. También ha intentado desaparecer al Instituto Federal de Telecomunicaciones. Por otra parte, México lidera los precios del espectro más altos de América latina y, por lo tanto, no ha habido una licitación formal de espectro para 5G.
En la región, la geopolítica y la diplomacia digital están en llamas. Europa, China y Estados Unidos, en un sistema de desconfianza recíproca, han liberado sus equipos de lobbying en la región. Europa con Global Gateway, EUA con el programa de Internet libre del presidente Biden y China con la Iniciativa de la Franja y la Ruta, Nueva Ruta de la Seda.
En este contexto, ambos eventos son vitales para repensar marcos legales, regulación, la transformación digital de América Latina y buscar la igualdad, el bienestar digital y el ejercicio de derechos, en el nuevo mundo digital.
Presidente de Digital Policy & Law
Twitter @fernegretep